Juan Martín Del Potro volvió a demostrar ayer que su sexto lugar en el ranking mundial no es casualidad. Con una actuación soberbia y un aprovechamiento óptimo de sus oportunidades derrotó 4-6, 6-3, 6-2, 6-1 al croata Marin Cilic, por los cuartos de final del US Open y consiguió meterse, por segunda vez en su carrera, en las semifinales de un torneo de Grand Slam. Mañana buscará un lugar en la final ante el vencedor del partido que jugaban anoche el español Rafael Nadal, que el lunes reaparecerá como número dos del mundo, y el chileno Fernando González (11) y que al cierre de esta edición había sido suspendido por lluvia. La otra semifinal la disputarán el número uno del mundo, el suizo Roger Federer –campeón de las últimas cinco ediciones del torneo–, y el serbio Novak Djokovic (4).

“Estaba frío, con mucho viento, feo para jugar. Sobre todo con alguien que le pega tan fuerte. No te da ritmo. Pero pude darlo vuelta. Dejé todo y lo gané”, manifestó Del Potro tras su victoria sobre Cilic, que vendría a ser algo así como la torre gemela del tandilense, ya que ambos nacieron en septiembre de 1988, con cinco días de diferencia, juegan con la derecha, miden 1,98 metro de altura, pesan 82 kilos y debutaron profesionalmente en 2005.

La actuación de Del Potro frente a Cilic fue de menor a mayor. El croata lo dominó con absoluta claridad durante todo el primer set e incluso extendió su dominio a la primera mitad de la segunda manga, donde con un quiebre en el primer juego llegó a ponerse 3-1 arriba. Corriendo de un lado al otro de la cancha y sin encontrar respuestas contra el potente saque de Cilic, que encima desbordaba confianza tras haber eliminado en octavos al escocés Andy Murray (2), Del Potro parecía encaminarse a una caída. Pero no fue así. El tandilense aprovechó sus dos primeros break points, en el sexto y octavo game, ganó cinco juegos seguidos y se llevó el parcial por 6-3.

El juego de Cilic terminó por borronearse cuando en el arranque de la tercera manga, Del Potro volvió a aprovechar su tercera pelota para quiebre y pasó al frente en el partido. Después, el tandilense comenzó a soltar sus golpes y dejó a Cilic, que ya había perdido con él este año en los octavos de final del Abierto de Australia, prácticamente fuera de partido. Lo volvió a quebrar en el quinto game y se llevó finalmente el set por 6-2.

El último set no hizo sino confirmar el crudo dominio de Del Potro. Consiguió cuatro quiebres de cuatro, para completar un registro total más que sorprendente: ocho quiebres en las ocho oportunidades de que dispuso y, tras ceder un peleado sexto game, cerró el partido con un contundente 6-1, al cabo de dos horas y 33 minutos de juego.

Las estadísticas favorecieron a Del Potro: 66 por ciento de efectividad con su primer saque, contra 59 de Cilic; 27 tiros ganadores, contra 29; y 24 errores no forzados, contra 53 del europeo.

“Estoy muy feliz por estar en semifinales y quiero estar en la final, pero sé que tanto Federer como Djokovic serán difíciles para mí”, agregó entusiasmado el tandilense. Claro que, para ello, primero deberá imponerse en su llave de semifinales.