Con la clasificación para el Mundial de Sudáfrica consumada, la Selección Argentina recuperó algo de calma, más allá de los exabruptos de Diego Maradona avalados por Julio Grondona. Pero la situación promete complicarse. En los próximos días, el entrenador, el presidente de la AFA y el manager, Carlos Bilardo, deberán reunirse para limar las enormes diferencias que surgieron durante las últimas semanas, en una charla en la que aparecerá el famoso “disco rígido” de Maradona, la injerencia en el equipo de Bilardo y la ya agotadora pelea por los colaboradores.

Aunque el técnico buscó minimizar las diferencias con el manager después de la victoria en Uruguay, toda la bronca que fue acumulando y las declaraciones públicas y privadas que hizo en la semana dejaron en claro que el enfrentamiento está latente, en la “computadora” del DT. Sólo resta saber si el emocionante abrazo del final en el Centenario, con lágrimas incluidas, resultó algo genuino o se trató de una simple puesta en escena para sacar provecho de la situación.

La otra pata del conflicto es Grondona, quien ayer avaló las bravuconadas de Maradona al calificar a los periodistas críticos del ciclo como “lauchas de saladero”. Sin embargo, también dejó en claro que existen numerosos aspectos que no le gustaron. “Hay mucho por arreglar”, remarcó el titular de la AFA, que igualmente descartó algún tipo de variante. “No pienso en cambios, lo que no quita que tanto Diego como todos nosotros no podamos mejorar las cosas. Sin dudas hay que arreglar cosas”, reconoció Grondona, aunque también atacó a la prensa. “Cuando los resultados no se dan, saltan las lauchas de saladero para manifestar sus opiniones. Yo le diría al hincha que no crea nada de lo que se escribe o se dice en un gran porcentaje de los casos”, sostuvo el titular de la AFA.

Si bien Grondona asegura que no habrá cambios, el tema de los ayudantes sigue siendo un incipiente foco de conflicto. Don Julio se jacta en asegurar que jamás despidió a un técnico de la Selección, pero varias veces fijó límites que motivaron que los entrenadores presentaran la renuncia. El caso más emblemático fue el de Hugo Tocalli, que renunció y dejó su cargo después del título mundial Sub-20 en Canadá, luego de que Grondona no le renovara el contrato a su colaborador Miguel Angel Tojo. Distinta fue la situación con Maradona, quien aceptó que Grondona le vetara a Oscar Ruggeri y permitió que le impusieran a Miguel Angel Lemme.

En la previa al choque en el Centenario, surgió la versión de la posible salida del cuerpo técnico de Alejandro Mancuso, un incondicional de Maradona, que no es bien visto en la dirigencia de AFA, ya que se le cuestiona que no aporte nada constructivo. Y otra vez aparece el nombre de Antonio Mohamed como posible incorporación al staff. “Es un orgullo que se me mencione, pero conmigo no habló nadie”, señaló ayer el DT de Colón.

A excepción de Maradona, que tiene contrato hasta el final del Mundial, los vínculos de los demás integrantes del cuerpo técnico con la AFA vencerán el 4 de noviembre, una fecha clave pues habrá que ver si Grondona acepta prorrogar todos los contratos. Y si hay alguna baja, la reacción de Maradona es impredecible, tanto que el miércoles, pese a la euforia desmedida, ni siquiera quiso garantizar su presencia en el Mundial.