Martes, 3 de noviembre de 2009 | Hoy
DEPORTES › A PESAR DE LA RENUNCIA DE RIVOIRA, SE VAN MENOS QUE EL PROMEDIO
El ex de Atlético Tucumán es el cuarto en dejar su puesto en este torneo. Podrían ser más, pero en Tigre, Huracán y Godoy Cruz no se ponen histéricos por los resultados. Hasta ahora cambiaron River, Racing y Chacarita.
La historia reciente del fútbol de Primera en la Argentina indica que el ritmo de salida de los entrenadores ronda el trabajador cada dos fechas. En promedio, la vorágine de los resultados suele despedir de su banco a un técnico jornada por medio, para redondear un promedio de diez entrenadores despedidos, cesanteados o invitados a renunciar al cierre de cada campeonato oficial de AFA. Números más o menos, ésta ha sido la constante de la última década, como su ha venido consignado en estas páginas en el período citado.
Sin embargo, la racha no parece estar cumpliéndose en este Apertura 2009 de fútbol para todos los días. Porque la salida de Héctor Rivoira de su cargo de entrenador del equipo de Atlético Tucumán, que marcha 17º, resulta ser la cuarta de su especie que se produce en lo que va del torneo, del cual recién hoy se completará la 12ª fecha.
En efecto, el régimen de desafectación de entrenadores en este torneo ha incluido las partidas precipitadas de Ricardo Zielinski, el técnico que hizo ascender a Chacarita, y su reemplazo por Fernando Gamboa; la renuncia anunciada (aunque a último momento concreta sobre la base del arrepentimiento) de Ricardo Caruso Lombardi a su puesto en Racing y la novela posterior que la siguió, con interinato de Juan Barbas, papelón de Lothar Matthäus y flamante contratación de Claudio Vivas (ver aparte) incluidas; y la salida casi silenciosa de River del entrenador Néstor Raúl Gorosito, bajo cuyo mandato de nueve meses el equipo a su mando ganó apenas un partido en condición de visitante.
La renuncia de Rivoira ante los malos resultados de su equipo, que fue goleado el sábado por Racing, en una actuación que mereció el repudio del ahora ex técnico a la actuación de sus futbolistas, supone la cuarta cesantía de un conductor en doce fechas, lo que disminuye el promedio de salida de técnicos a uno cada tres fechas. ¿Qué pasó? ¿Hay más respeto por el entrenador o por los planes a mediano o largo plazo?
Sin tanta ironía, parece haber algo de eso. Porque, más allá del estudio concienzudo de la tabla de posiciones y del crudo recuento de partidos ganados, empatados o perdidos, se ha dado una serie de situaciones muy particulares que impidieron que la racha fuera la misma o, inclusive, superior a la media.
El caso de Tigre, por ejemplo. Antes del partido de anoche contra Newell’s, el conjunto de Victoria marchaba en la última colocación, después de haber ganado solo un partido de los once que había disputado, con 26 goles en contra y apenas 12 a favor. Para colmo, había sido eliminado en la primera ronda de la Copa Sudamericana. Sin embargo, su entrenador, Diego Cagna, recibió el respaldo de los dirigentes para su intención de continuar en el cargo hasta la finalización del torneo.
El otro caso es el de Huracán. Pese a haber ganado solo dos de los once partidos que jugó hasta ahora en el Apertura –y el último, contra Central, fue inmerecido– a su entrenador, Angel Cappa, los hinchas lo aplauden y le demuestran afecto en el blog que decidió poner en marcha en este torneo.
Que Tigre y Huracán sean los dos últimos subcampeones del fútbol argentino, uno en el Apertura 2008 y otro en el Clausura 2009, supone un marco de gratitud hacia los entrenadores poco común en tiempos en el que los resultados mandan por sobre todo. Algo similar sucede en Godoy Cruz, el equipo mendocino que en la temporada pasada le escapó al descenso jugando buen fútbol. En ésta, los resultados no son tan brillantes y el conjunto que dirige Diego Cocca está cerca de la zona de Promoción. Sin embargo, pese a eso, el entrenador sigue en su puesto.
Si Cagna, Cappa y Cocca hubieran sido víctimas del hiperexitismo habrían sido siete los técnicos que ya habrían perdido sus empleos, y la media sería entonces superior a la normal de un técnico cada dos fechas.
Todos los equipos que perdieron sus técnicos, más los que los defienden de los malos resultados, están curiosamente ubicados en la zona más baja de la tabla: entre Arsenal, que suma 17 puntos, y River, que suma 10, hay una franja de siete puntos sin equipos; hacia abajo, hay ocho conjuntos apiñados (antes de jugarse los partidos de anoche) en cinco puntos. Entre esos ocho conjuntos están los cuatro que ya cambiaron técnico y los tres que se resisten. El octavo equipo es Gimnasia, cuyo entrenador es Leonardo Carol Madelón.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.