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Las fuerzas de la oposición están en pleno análisis del proyecto de reforma política ingresado por el Frente para la Victoria en el Congreso. Sin embargo, hay un núcleo de coincidencias básicas de todos los espacios opositores. En principio, plantean que una ley de estas características necesita una mayoría especial para ser aprobada y que requiere “un debate profundo”, que no se puede agotar antes del recambio legislativo de diciembre. Además exigen la implementación de la boleta única y que, en vez del Ministerio del Interior, sea un organismo autárquico el encargado del proceso electoral. Otra coincidencia importante es la eliminación del piso del 3 por ciento del padrón en las elecciones primarias para la participación posterior en las generales.

- Coalición Cívica. El primer artículo de su dictamen de mayoría incluirá su propuesta de Ingreso Universal a la Niñez para “liberar a los pobres”. Además, plantean que la autoridad de aplicación debe ser un órgano con autonomía del Gobierno, que debe utilizarse el sistema de boleta única.

“Creemos en un sistema donde la publicidad esté garantizada por el Estado y no haya financiamiento empresario, pero tiene que estar acompañado por la limitación de la publicidad oficial y las obras de gobierno durante la campaña”, le aseguró a Página/12 el titular de ese bloque de diputados, Adrián Pérez. En su dictamen propio, la CC propondrá un sistema de primarias obligatorias y simultáneas, pero sin ningún tipo de restricción para los partidos chicos. Además, su iniciativa contempla que las autoridades de mesa sean docentes y funcionarios judiciales.

- Unión-PRO. En la fuerza de Mauricio Macri, el diputado Christian Gribaudo y la diputada electa Laura Alonso están trabajando desde hace dos días en la elaboración de un dictamen propio, que luego compartirán con los otros espacios políticos. “Esta reforma debe tener que ver sí o sí con la transparencia”, asegura Gribaudo en diálogo con este diario. El legislador aseguró que el PRO está a favor de “ordenar el sistema de partidos”, pero denunció que lo que quiere hacer el kirchnerismo es “limpiar el sistema” eliminando partidos para “volver con fórceps al bipartidismo”. A diferencia de otros espacios, consideraron que no debe limitarse al Estado el financiamiento de las campañas políticas. Para Gribaudo, “hay que buscar sistemas mixtos, ni uno ni el otro. Hay que auditar el financiamiento. Faltan mecanismos de control, que sea severo y que tenga una penalidad”.

- Socialismo. La postura orgánica del partido se marcará el próximo sábado en la reunión del Comité Nacional, pero la implementación de un sistema similar en la provincia de Santa Fe, el único bastión socialista, anticipa el acuerdo en general con la medida. Sin embargo, plantean fuertes diferencias en torno de los plazos del debate, cuestionan el piso del 3 por ciento y ponen como ejemplo que de existir ese condicionamiento el PRO y Proyecto Sur no habrían podido obtener ningún concejal en la ciudad de Rosario. El socialismo tiene también otros proyectos referidos al sistema electoral que buscará incorporar, como la limitación de los plazos para realizar una modificación del calendario electoral.

- UCR. Aunque todavía no tiene su estrategia parlamentaria definida, el radicalismo estaría a favor de algunos puntos de la reforma política. Sin embargo, no quiere que se apuren los tiempos y exige que se incluyan en la ley cuestiones como la reelección indefinida o la ley de lemas, que siguen en vigencia en muchas provincias. Pedirán un estudio del financiamiento de la política y los partidos políticos; el uso de la pauta oficial –tanto en campaña electoral como fuera de ella–; y la puesta en marcha del sistema de boleta única. Los diputados que responden a Julio Cobos están en conversaciones con la UCR, pero todavía no unificaron criterios. El vice se manifestó a favor de la reforma política y consideró oportuno que el proyecto se trate ahora. Marcó diferencias en cuanto a la obligatoriedad de la votación y también en cuanto al piso del 3 por ciento indicado por el proyecto oficial.

- PJ disidente. No tiene una postura unificada. Sus principales detractores son Felipe Solá y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. En reiteradas oportunidades el ex presidente Eduardo Duhalde se manifestó a favor de la restauración del bipartidismo y adelantó que competiría con Néstor Kirchner de producirse la interna del peronismo. Solá, en cambio, advirtió que “la gente vota más a las personas que a los partidos”, mientras que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, se mostró desconfiado y estudia el proyecto.

- Centroizquierda. “No hay que anular la posibilidad de que participen las fuerzas más pequeñas”, sintetiza el diputado de Proyecto Sur, Claudio Lozano. Aunque no es una posición acordada previamente, los distintos bloques de centroizquierda como Proyecto Sur, Solidaridad e Igualdad y Nuevo Encuentro coinciden en rechazar de plano la limitación del 3 por ciento del padrón. Si llegara a aprobarse esa condición, es prácticamente segura su imposibilidad de presentar listas. A pesar de que afirmó que nada le daría más placer que derrotar a Kirchner en las urnas, el diputado electo de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, aseguró que se trata de una reforma “muy perversa”, que “disfraza anhelos democráticos haciendo todo lo contrario”.