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Estudiantes debutará el 15 de diciembre en el Mundial de Clubes ante el vencedor del cruce entre el TP Mazembe de Congo y Pohang Steelers, de Corea del Sur, ya que recién empezará a competir desde las semifinales. El sorteo, que se realizó ayer en Abu Dahbi, le deparó un camino aparentemente llano hasta la final del torneo, debido a que evitó un posible enfrentamiento con el Atlante, de México, en las semifinales. Por eso, se supone que el equipo platense llegaría a la final sin mayores complicaciones, en donde podría cruzarse con el poderoso Barcelona de Lionel Messi.

Aunque ese primer partido pareciera accesible, el entrenador de Estudiantes, Alejandro Sabella, rindió culto a su habitual cautela y, más allá del escaso conocimiento que tiene de sus eventuales adversarios, evaluó que los congoleños del Tout Pouissant Mazembe, como todo equipo africano, es un conjunto “corredor y con buena técnica”.

En cambio, dejó entrever que no tiene mayores referencias sobre el Pohang Steelers FC, que en la final de la Copa de Asia venció 2-1 al Al Ittihad, de Arabia Saudita, equipo dirigido por el argentino Gabriel Calderón. “Estamos buscando información a través de (Gabriel) Calderón porque se enfrentó a ellos”, señaló Sabella.

Estudiantes recién conocerá a su rival el 11 de diciembre, día en el que se enfrentarán los asiáticos y africanos. Por su parte, Barcelona, el campeón de la Champions League, es el gran candidato a quedarse con el trofeo, ya que es uno de los equipos más poderosos del mundo y cuenta con las mejores individualidades.

Para conocer a su rival, el equipo de Messi, que debutará el 16, tendrá que esperar dos partidos, primero el que disputarán Al Ahlin, de Emiratos Arabes Unidos, y Auckland City, de Nueva Zelanda, y luego el que llevarán a cabo el vencedor de ese partido con Atlante. El partido más esperado, el cual determinará al nuevo campeón, se jugará el 19 de diciembre.

Estudiantes accedió al Mundial de Clubes como campeón de la Copa Libertadores, después de haber vencido en la final al Cruzeiro de Belo Horizonte, en un año en que los equipos argentinos no tuvieron en general buenas actuaciones internacionales.