“Estamos ganando por dos votos. Una diferencia en la que hay que tener prudencia. Estoy festejando, pero con la seriedad con la que hemos hecho todo”, señaló pasada la medianoche Rodolfo D’Onofrio, el candidato que se proclamó ganador de las elecciones de autoridades de River. “Si el recuento de votos da otra cosa, yo lo voy a aceptar”, sentenció. Por su parte, el entrenador, denunció: “No lo veo claro, lo veo raro. La Inspección General de Justicia firmó el acta dándome ganador por dos votos, con cinco observados. Así que perdieron, váyanse”. Anoche, al cierre de esta edición, la IGJ efectuaba el recuento de votos.

La jornada, que comenzó presentándose como un día histórico para River, por la gran participación de socios en la elección del presidente que reemplazará a José María Aguilar para gobernar el club por los próximos cuatro años, terminó en escándalo.

Esta vez fueron poco más de 10.500 los socios, prácticamente un tercio del padrón, los que sin importar la lluvia ni la baja temperatura para la época del año, se acercaron al Monumental para emitir su voto.

La jornada se desarrolló con normalidad y no se denunciaron aprietes ni contratiempos para aquellos que participaron de la elección. El dato de color fueron los boca de urna de los distintos candidatos, que a lo largo de la jornada daban ganadores a unos y a otros, hasta que, cerca de las 19.30, cuando votaban los últimos socios, comenzó a asomar la tendencia que daba como ganador a Passarella.

“Nosotros no hicimos boca de urna pero las del resto de los candidatos y los números que manejan el propio oficialismo me dan por ganador a mí. Yo digo que hay que esperar que se cuenten los votos”, comentó el ex jugador y ex entrenador del equipo de Núñez. “Es un hecho histórico lo que pasó hoy, por la cantidad gente que vino a votar”, remarcó.

Sin embargo, cuando comenzó el recuento de votos, D’Onofrio picó en punta, pero la ventaja inicial fue disminuyendo en la medida en que se iban sumando más mesas al recuento. Con 19 mesas escrutadas, D’Onofrio sumaba 3220 votos contra 3123 de Passarella, y en el tercer lugar se constituía Antonio Caselli, con 1712. Luego, con 26 mesas escrutadas, D’Onofrio se imponía sobre el Kaiser por 4609 votos contra 4577, una diferencia de apenas 32 votos; y faltando la última mesa, la que concentró toda la atención de los socios de River, la ventaja del empresario sobre el entrenador era de apenas 6 votos, 5123 contra 5117.

Escrutadas las 31 mesas habilitadas, y cuando la gente de Passarella ya daba ganador a su candidato por “un voto”, los simpatizantes de D’Onofrio –que se reconocía como vencedor– coparon el hall central y comenzaron a festejar la victoria, por sólo dos votos de diferencia.

Pero Passarella no aceptó el resultado. Hubo cinco votos que fueron observados. Eran iguales a las de la lista seis pero decían Frassarella en lugar de Passarella. ¿Una maniobra para engañar a los socios? Con esas boletas, Passarella habría ganado la elección por dos votos.