El flamante entrenador de River, Angel Cappa, arribó ayer por la mañana al país y dirigió la práctica que el plantel realizó por la tarde, luego de acordar su vínculo con el presidente Daniel Passarella. El conductor llegó desde Madrid y apenas bajó del avión consideró que la entidad de Núñez es “uno de los clubes más grandes del mundo”. Cappa admitió que quería dirigir al equipo contra Godoy Cruz, como sucederá el sábado próximo, porque “esa es la intención de uno, que quiere desde ahora compartir la suerte junto con los jugadores de aquí hasta que termine”. Y destacó que el equipo “siempre tiene que pelear el campeonato”.

Cappa dijo además que conoce “bien al plantel” porque lo enfrentó “dos veces” con Huracán, y “tiene muy buenos jugadores, como para jugar bien al fútbol”. “River significa una escuela de fútbol. En todos los momentos el mejor aporte es jugar bien. River tiene una historia, y no le fue mal jugando bien, trataremos de jugar bien”, insistió.

En declaraciones al arribar al aeropuerto internacional de Ezeiza, Cappa reconoció que “lo más duro son estos cinco partidos” que restan del torneo Clausura “porque no hay tiempo de nada, todo es urgente”. A pesar de la delicada situación que atraviesa el equipo, que comenzará la temporada próxima en los últimos puestos de la tabla de los promedios, subrayó que “River siempre tiene que pelear el campeonato”.

De todas maneras, Cappa admitió que necesitará refuerzos para afrontar el segundo semestre del año. “River tiene la necesidad de hacer un gran equipo, no solamente para responder a la historia sino porque efectivamente está complicado con el promedio”, sostuvo.

Cuando fue notificado que el club de Núñez se encontraba en una grave situación financiera, Cappa bromeó: “Entonces me voy”. El entrenador también negó que lo condicione que los dirigentes no le hayan cerrado la puerta a Ramón Díaz para que vuelva al club en un futuro, y sentenció: “Me eligen a mí para ser entrenador de River y lo soy con todas las consecuencias”.

El ex técnico de Huracán, de 63 años, desmintió luego que Passarella lo haya contactado el sábado último y dijo que habló con él después que el plantel de River volvió de Tucumán, donde empató 0-0 con Atlético y fue despedido Leonardo Astrada.

Asimismo, consultado si el referente de Boca Juan Román Riquelme lo había llamado por teléfono para que lo dirija, señaló: “No, de ninguna manera, tengo amistad con Riquelme pero totalmente ajena a nuestro trabajo profesional; eso no es cierto”.

Cappa se refirió también a la situación de Ariel Ortega: “No puedo opinar nada, porque primero tengo que llegar y hay que ver las cosas cómo son, después hay que tomar una decisión”.

El entrenador volvió a dialogar con los periodistas luego del entrenamiento, y ahí remarcó: “Está en mí ganarme el respeto de los jugadores para seguir creciendo. A partir de ahí comenzaremos a construir cosas buenas”. Acerca de lo que podrá exhibir el equipo ante los mendocinos, Cappa indicó: “No puedo pretender que contra Godoy Cruz el equipo muestre todo lo mejor”.

Respecto del estado anímico en el que se encuentra el plantel, Ca-ppa explicó que eso se modifica “conversando” con cada uno de los jugadores, y que para sumar puntos “hay que jugar lo mejor posible. Esa es la mejor manera que conozco para intentar subir en la tabla”. El ciclo nuevo dio su primer paso ayer, y las expectativas volvieron a renovarse por los alrededores del estadio Monumental. El primer equipo que plantó Cappa fue con Vega; Ferrari, Ferrero, Quiroga, Villagra; Affranchino, Almeyda, Abelairas; Mauro Díaz; Ortega, Canales.