La dirigencia de Boca continúa intentando convencer a Carlos Bianchi para que agarre la manija del equipo tras la celebración del Mundial de Sudáfrica. Tal es el convencimiento de los directivos que trascendió que no harán otras gestiones hasta tanto el ex entrenador del club no manifieste su aceptación o su negativa. Por el momento, tanto Claudio Borghi como Miguel Russo, cuyos nombres sonaron para el cargo, se encargaron de relativizar sus chances y priorizaron la continuidad en Argentinos y Racing, sus respectivos clubes.

Cuando Bianchi dejó el cargo de manager deportivo y los dirigentes lo tentaron para que reemplazara a Alfio Basile, el Virrey fue muy claro: no iba a ocupar la silla que Basile dejaba caliente y debían pasar al menos seis meses para acaso pensarlo. Además, Bianchi había dejado su puesto en medio de una interna feroz de dirigentes y, en el caso de ser tentado con el cargo de entrenador, pondría algunas condiciones a la dirigencia, sobre todo en lo referente a la elección y compra de refuerzos. Lo que Bianchi exigía era el control de ciertas áreas específicas, para evitar los problemas que tuvo con el dirigente Juan Carlos Crespi, devenido en el principal detractor del manager Bianchi, porque éste lo había desplazado en sus funciones. Bianchi se fue pregonando que volvería cuando “haya dirigentes que sumen” y ahora Crespi estaría dispuesto a limar asperezas.

Otro punto a tener en cuenta es que el Virrey avisó que el técnico estaba “durmiendo la siesta” y que esa siesta duraría hasta 2011. Pero la brusca salida de Alves y la negativa de Guillermo Barros Schelotto, la primera opción según el presidente del club, Jorge Amor Ameal, volvió a poner el nombre de Bianchi sobre la mesa, situación que, por razones obvias, repercutió negativamente sobre las candidaturas de Borghi y de Russo.

En el caso de Borghi la cuestión pasó por apenas un sondeo extraoficial por parte de un dirigente del club y nada más. En el caso de Russo, la cuestión es más complicada. El DT se moría de ganas por volver, al punto que un sector del periodismo proclive a la campaña impulsó su nombre con insistencia. Pero no tiene consenso en la CD de Boca, sobre todo después de los malos términos en los que dejó el club a finales de 2007, cuando no se le renovó el vínculo. “Tengo la cabeza donde la tengo que tener: en Racing, nada me saca de eso”, señaló ayer Russo.

Dos cosas juegan a favor para el regreso de Bianchi: la primera, que desde que su nombre subió a la mesa se dejaran de barajar otros apellidos, ya que era improbable que el DT, tras sus exitosos ciclos entre 1998-2001 y 2003-2004, en los que se convirtió en el técnico más ganador en la historia del club, se prestara a ser una opción dentro de una terna. La otra, que los dirigentes piensen en Roberto Pompei como ayudante de campo del Virrey y que éste haya manifestado sus ganas al respecto. Por ahora no hay nada concreto. Aunque los dirigentes notan un “ablandamiento” en la postura del Virrey.