Ni el célebre Giuseppe Tomasi, príncipe de Lampedusa, lo hubiera imaginado mejor. “Por un cambio en el fútbol argentino”, decía el cartel de la convocatoria en el hotel Catalina’s Park de San Miguel de Tucumán. La tarjeta de invitación al encuentro ampliaba la idea: “El Sr. presidente del Club Independiente Rivadavia de Mendoza, Dr. Daniel Eduardo Vila, invita a usted a participar del debate de ideas acerca de su proyecto integral de cambio en el fútbol argentino”... La propuesta también contenía –aunque no lo hacía explícito– el lanzamiento de su candidatura a la presidencia de la AFA. El empresario multimedia se transformó así en un posible adversario de Julio Grondona para las elecciones que se realizarán en octubre de 2011. “No nos acompaña nadie, hoy iniciamos este camino solos”, se sinceró el viernes último, ante un auditorio que había ido a escucharlo entre curioso y sorprendido. Una pelota con los colores de la bandera argentina y el escudo en el centro completaba el decorado. Meditada demostración de patriotismo que se convirtió en la plataforma desde donde pretende captar voluntades en esta remake de la Guerra Gaucha entre el interior postergado y el elefantiásico fútbol de Buenos Aires.

“Los únicos lugares donde no se hace política son el Vaticano, Cuba y la AFA”, disparó Vila. A su derecha lo escuchaba Gustavo Albano Abreu, director de la cátedra de Derecho del Deporte de la Universidad Austral, que lo siguió en el uso de la palabra. El empresario sostiene que contrató los servicios de esa casa de estudios privada para asesorarlo. Entre el público no estaban Oscar Ruggeri –otro enemigo declarado de Grondona– ni los dirigentes de clubes que podían sospecharse, dados los centenares de invitaciones que se cursaron. Mencionó también que le hubiera gustado recibir al gobernador tucumano, José Alperovich. El socio en América 2 del ex diputado menemista José Luis Manzano y del colombiano aspirante a presidente, Francisco de Narváez, aportó sin embargo un dato demoledor: “En la AFA hay 48 dirigentes que toman las decisiones más importantes. De ese total, sólo 13 son del interior, donde hay más de 2900 clubes. Los 35 restantes representan a 80 instituciones directamente afiliadas. Eso es injusto”.

Abogado y dueño de medios que se precia de tal, informó que junto a un grupo de seguidores creó la agrupación llamada ADFA, que reunirá a dirigentes del fútbol nacional y tendrá su propia página web: www.adfa.net.ar. “Hay muchos dirigentes que hablan fuerte en el café y después les cuesta. Es entendible porque hasta ahora no hubo nadie que se hubiera animado a plantear algo diferente.” Con cierto aire redentor, Vila cree que llegó el momento de liberar las fuerzas ocultas que en octubre de 2011 purificarán el destino del fútbol nacional. “Estoy muy satisfecho y agradecido de Tucumán. No esperábamos tanta gente”, dijo por cortesía. Los representantes de los dos clubes más importantes de la provincia, San Martín y Atlético, en general le dieron la espalda. No quieren enfrentarse con Don Julio. Y menos ahora, cuando la iniciativa del mandamás de Independiente Rivadavia está tan verde.

Vila aprovechó su presencia en Tucumán para hacerse también un poco de autobombo. “Las pocas mejoras que consiguieron los equipos del Argentino A fueron producto de un trabajo que hicimos con Carlos Hasbani”, recordó. El presidente del club mendocino que juega el torneo de la B Nacional mencionó al actual vicepresidente de Atlético, uno de los pocos que no temió asistir a la charla.

“Se necesita un cambio y tiene que ser profundo, tanto en lo deportivo como en lo institucional. Dentro de un año hay elecciones en la AFA y si debo encabezar este movimiento, lo haré. Pero si tenemos que respaldar a otra figura no dudaré en hacerlo”, explicó sobre su ambicioso proyecto para saltar a la conducción del fútbol argentino. Vila anticipó que recorrerá el país en su intento de captar voluntades. Haber empezado el itinerario en Tucumán es una casualidad muy grata para él porque, según dijo, “fue la cuna de la independencia”. En rigor, eligió la ciudad porque su equipo jugó el sábado como visitante por la primera fecha del torneo del Ascenso. Tampoco olvidó que con directivos amigos de la provincia consiguieron en la temporada 2005-2006 que “los clubes recibieran algunas monedas de la AFA” y que tuvieran tres representantes en el Consejo Federal. Un módico logro.

El mayor premio de la excursión tucumana para un empresario que despedazó la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue el respaldo que consiguió del diputado nacional del Frente para la Victoria, Gerónimo Vargas Aigna-sse. Se pronunció públicamente a favor del proyecto de una ley del fútbol ideado por Vila y describió que el fútbol argentino se rige por un “presidencialismo feudal” donde “no existen controles, ni contrapesos, ni frenos, lo que hace que naturalmente la AFA tenga un solo eje y exista una imposibilidad de garantizar un esquema que permita a las ligas del interior salir de las situaciones de quebranto”.

Para corroborarlo, el legislador recordó su pasó por la presidencia del club Sportivo Guzmán, que condujo durante varios años. En el portal www.tucumanalas7.com.ar afirmó: “Hemos padecido el manejo cruento que hace el Consejo Federal de la AFA de los torneos que son expoliatorios para los equipos del interior”. Y cerró aceptando que está de acuerdo con el proyecto de Vila y que lo respaldará en el Congreso. Vargas Aignasse es el mismo diputado que admitió tener vínculos políticos con el barrabrava de San Martín Sergio Flay Roldán, condenado a ocho años de prisión por tentativa de homicidio y deportado desde Sudáfrica, a donde viajó auspiciado por la ONG Hinchadas Unidas Argentinas del puntero kirchnerista Marcelo Mallo.

Vila, en su tour de declaraciones más recientes sobre el fútbol nuestro de cada día, no pudo evitar referirse al presidente de Quilmes, José Luis Meiszner, y a su flamante vice en el club, uno de los principales políticos del país: “Es algo raro que lo acompañe Aníbal Fernández. No está bien que el jefe de Gabinete, que a su vez negocia el Fútbol para Todos, esté en esa posición. Me parece todo tan raro y éticamente muy reprochable”.

El violento ataque contra la camioneta de Vila en abril pasado y una agresión hacia él y su hijo en el playón de estacionamiento del club Quilmes parecen haber acelerado los tiempos de su campaña electoral. Meiszner describió que había ido a ver el partido entre el local e Independiente Rivadavia “con un importante ejército irregular de hombres de anatomía abundante, rapados al mejor estilo de las películas de artes marciales orientales”... Lo trató de violento y, además, le espetó: “Fue a poner en evidencia su odio contra el gobierno nacional y su desprecio para con la ley de medios”.

Si la política no juega su propio partido en esta campaña presidencial por la AFA, ¿la política dónde está? Vila dice que inició su largo camino solo. ¿Alguien puede creer que sea cierto?