Luego de haber cosechado dos victorias consecutivas, la ilusión de Boca chocó contra el orden táctico de Estudiantes, que le ganó ayer por 1-0 en el estadio Centenario de Quilmes. El gol tempranero de Rojo complicó las aspiraciones del equipo que dirige Claudio Borghi, que nunca se pudo recuperar. Los jugadores de Alejandro Sabella estuvieron lejos de su versión más arrolladora, pero utilizaron todo su oficio para aprovecharse del alarmante funcionamiento de Boca, que no generó ni siquiera una situación de riesgo. Con este resultado, Estudiantes se prendió arriba y si gana el clásico pendiente en la semana será el único líder.

Antes de que el reloj marcara los dos minutos de juego, una circulación de derecha a izquierda, de manera escalonada, habilitó en profundidad a Rojo, que clavó un remate quirúrgico al ángulo, ante la pasividad de Luchetti. Con la ventaja a su favor, Estudiantes le cortó todos los circuitos futbolísticos a su rival y explotó el sector derecho, con Enzo Pérez ubicándose detrás de Clemente Rodríguez, que estuvo muy apagado.

El encuentro fue disputado e irrelevante, con Estudiantes como claro dominador de todos los sectores de la cancha. Boca no pudo llevar peligro al arco rival, ya que Chávez fue anulado por Braña y Escudero careció de precisión. Como si esto fuera poco, Erbes y Battaglia estuvieron lentos, algo que provocó que Boca sufriera por la falta de quite y de manejo. El poco volumen de juego del mediocampo hizo que Palermo y Viatri no tuvieran el abastecimiento necesario. Dentro de ese panorama chato, sólo Caruzzo se salvó del aplazo, debido a su actitud para defender.

Cuando Estudiantes le cedió la iniciativa a Boca, el equipo de Borghi nunca pudo inquietar. Ante el fracaso de Chávez por conducir y la instrascendencia de Escudero, el técnico apiló jugadores arriba y terminó jugando con Palermo, Viatri, Mouche, Gaona Lugo y Cañete, que formaron un conjunto de voluntades carentes de juego asociado.

Si bien Estudiantes no llegó mucho al arco rival, ganó merecidamente y recuperó la sonrisa luego de la eliminación en la Copa Sudamericana. El historial entre ambos equipos favorece por mucho a Boca, pero el conjunto de Borghi ayer completó 7 partidos sin poder ganarle al equipo platense. El visitante se fue de la cancha de Quilmes con su cuarta victoria en 8 partidos y ve seriamente complicadas sus chances de pelear por el campeonato. El andar de Boca es ciclotímico, ya que alterna actuaciones muy buenas con otras muy malas. La derrota de ayer invita a imaginar a Boca lejos de los primeros lugares.