El capitán del seleccionado argentino de fútbol, Javier Mascherano, afirmó ayer que el equipo de Sergio Batista tiene “la obligación de ganar la Copa América”, que comenzará el próximo 1º de julio y para la cual el plantel nacional realizó su tercera práctica consecutiva en el predio de la AFA. Mascherano resumió el sentimiento generalizado del equipo cuando señaló: “Tanto nosotros como la gente queremos ver a Argentina como campeón de la Copa América. Y muchos que estamos en la Selección hace años no queremos dejar pasar una oportunidad como ésta y ganar algo importante”.

“Siempre que Argentina juega, tanto un Mundial como una Copa América, tiene la obligación de hacer un gran torneo, hacerlo es por lo menos llegar a la final”, fijó como objetivo el capitán.

“Tuve la oportunidad de llegar a dos finales jugando muy bien y en la del 2004 perder injustamente por penales (ante Brasil, en Lima). Habría que valorar lo que se hizo en esos dos torneos, aunque siempre queda presente quien alza la copa. Por lo que sería bueno una revancha”, agregó. El jugador del Barcelona de España describió el momento del equipo: “Estamos empezando la preparación para un torneo tan importante. Hay todavía 20 días por delante, pero tenemos que estar conscientes de lo que nos jugamos y tener la mente puesta en el torneo”, describió.

Batista paró dos equipos diferentes en ofensiva en la práctica de ayer y para Mascherano la intención es que “todos tengan la idea del juego que propone la Selección y lo que el técnico quiere. Falta mucho para decir quiénes serán los titulares, esto debe ser una cuestión del entrenador”, amplió el ex mediocampista de River.

“Lo que sí es importante es que nosotros tengamos en claro nuestras funciones en el campo, ya que la Copa América es larga y uno no sabe cuándo le puede tocar entrar”, analizó. Según el volante, la idea de juego “ya está clara y se trata de volcar en cada amistoso que se juega, salga o no. Creo que los partidos que jugamos con España, Irlanda o Estados Unidos son lo que se espera del equipo”, remarcó. “Apuntamos a eso y a extenderlo lo máximo posible durante un partido, a veces no podemos jugar con la misma intensidad los 90 minutos y aflojamos los últimos 30. Este tiempo sirve para empezar a corregir algunas cosas”, finalizó.

En tanto, el técnico Batista ensayó con dos equipos distintos en ofensiva durante el entrenamiento. En la tercera jornada, el conductor decidió hacer fútbol reducido con ocho jugadores en ataque frente a un combinado de sparrings que se dedicaba a defender. El primer miniequipo que ubicó el entrenador estuvo integrado por Javier Zanetti, Fernando Gago, Javier Mascherano, Pablo Zabaleta, Ever Banega, Angel Di María, Lionel Messi y Sergio Agüero. Zanetti y Zabaleta actuaron como laterales, Gago y Mascherano funcionaron como mediocampistas centrales, Banega fue el enlace y adelante jugó un tridente ofensivo con Di María por derecha, Messi por el centro y Agüero por izquierda.

Allí se hizo hincapié en jugadas ofensivas y de presión sobre la salida de los sparrings. Los guardavallas Sergio Romero y Mariano Andújar se alternaron en el arco. Por su parte, los zagueros Nicolás Burdisso, Ezequiel Garay y Gabriel Milito practicaron rechazos defensivos aéreos, bajo la supervisión de José Luis Brown. El resto de los jugadores desplegó trabajos con pelota, en otra de las canchas del predio. Después del entrenamiento, el plantel y cuerpo técnico se retiraron a almorzar.