Costa Rica cambió el panorama del Grupo A. Con su victoria 2-0 sobre Bolivia, el equipo de Ricardo La Volpe quedó en la segunda posición por encima de la Selección Argentina, que ahora deberá ganarle en el encuentro del lunes para avanzar a la siguiente instancia. Josué Martínez y Joel Campbell, la gran figura de la cancha, anotaron los goles de los centroamericanos. El equipo boliviano terminó con nueve jugadores por las expulsiones de Rivero y Flores.

Cuando resta un partido para cada equipo, el panorama es sencillo. Colombia y Bolivia definirán a un clasificado cuando se midan el domingo –a los colombianos les alcanzará hasta perdiendo por un gol–, mientras que Argentina y Costa Rica resolverán el segundo equipo que pasará a los cuartos de final cuando se enfrenten el lunes en Córdoba. Y la cuenta es simple: si Argentina gana, al menos quedará segundo y avanzará a la siguiente instancia. Y para adjudicarse la zona, le alcanzará con un triunfo y que Colombia no derrote a Bolivia. En cambio, si Argentina pierde o empata quedará relegado al tercer lugar, con pocas chances de ser uno de los dos mejores terceros. E, incluso, una eventual victoria de Bolivia hasta echaría por tierra esa posibilidad y dejaría al equipo de Batista en la última posición de la zona.

Más allá del resultado, la idea de Costa Rica es clara. Como se asume inferior que sus rivales, su propuesta es agruparse cerca del arquero y buscar el contragolpe, sobre todo vía Campbell, un delantero muy joven y rápido que es la mayor esperanza del fútbol tico. En el primer tiempo, aguantó los embates de Bolivia, mientras que en la segunda mitad lo liquidó de contragolpe. En ese pasaje, Campbell, zurdo, de 18 años y jugador de Saprissa a préstamo en Puntarenas, desnudó todas las falencias de la defensa boliviana. Martínez, tras un rebote, anotó el primer gol, en tanto que Campbell, con una gran definición tras una asistencia de Mora, resolvió el encuentro. Además de los goles, Costa Rica dilapidó un penal en los pies de Guevara y pegó dos tiros libres en el palo, uno de Campbell y otro de Guzmán.