Colombia-Perú

La condición de ganador de grupo frente a un tercero coloca a Colombia como favorito, por encima de Perú. El conjunto de Hernán Darío Gómez se mostró muy sólido en sus tres partidos, no recibió goles y terminó invicto, con siete puntos, gracias a sus triunfos ante Costa Rica y Bolivia y el empate ante Argentina, encuentro en el que mereció mejor suerte. Con el esquema 4-1-4-1 consigue asegurar el cuidado de su arco, pero le falta potencia en los últimos metros. Por ahora, los resultados le dieron la razón al entrenador, aunque hay voces en contra por el planteo mezquino, que priva a Colombia de tener en el terreno a delanteros como Hugo Rodallega y Teófilo Gutiérrez. Precisamente, el goleador de Racing se pronunció en contra del sistema y perdió todavía más terreno. Del otro lado, Perú mostró más de lo que se esperaba. De la mano de Markarian encontró disciplina y carácter, a pesar de la ausencia de jugadores claves. Empató con Uruguay, le ganó a México y cayó sobre la hora ante Chile, aunque en ese juego su entrenador había reservado a varios titulares.

Argentina-Uruguay

El duelo más esperado de los cuartos de final. Los dos rindieron por debajo de lo previsto, sobre todo el conjunto argentino, lo que motivó que se cruzaran en el certamen mucho más adelante de lo que se suponía. En Argentina, el técnico Batista parece haber encontrado el equipo y, sobre todo, el funcionamiento con la formación que goleó a Costa Rica, aunque la duda pasa por saber el rendimiento ante un rival más jerarquizado que los sub 22 centroamericanos. Pero con Lionel Messi en su nivel, más la condición de local, Argentina aparece como favorito. Enfrente estará Uruguay, que mantiene la misma base que logró el cuarto puesto en el Mundial. La principal diferencia está en el rendimiento de los delanteros. Salvo Luis Suárez, que sigue en su nivel, ni Diego Forlán, que todavía no pudo convertir, ni Edison Cavani, lesionado y con pocas chances de jugar, le quitaron explosión a la Celeste. Incluso, el entrenador Oscar Tabárez se vio obligado a modificar el esquema para suplantar al goleador del Napoli.

Brasil-Paraguay

Se enfrentaron hace menos de una semana en Córdoba, donde el conjunto brasileño empató casi de manera milagrosa. Sin embargo, a pesar del poco tiempo que transcurrió, el encuentro se dará en un contexto muy diferente. En su último partido ante Ecuador, el equipo de Menezes recuperó la confianza, con las decisivas apariciones de Neymar, Alexandre Pato, Ganso y Maicon. En un conjunto donde tiene mucha más injerencia la capacidad individual que el trabajo colectivo, las recuperaciones de sus figuras es la mejor noticia que pueda tener su entrenador. Del otro lado, Paraguay parece haber perdido la solidez que lo caracterizaba. En los últimos dos encuentros recibió cinco goles, tres de ellos en los minutos finales cuando estaba ganando. Sin esa sensación de equipo duro y difícil de vulnerar, Paraguay pierde parte de su fortaleza, ya que en ataque no tiene demasiadas variantes, más allá de los siempre positivos ingresos de Haedo Valdez, mucho más picante que los titulares Barrios y Santa Cruz.

Chile-Venezuela

Dos de las selecciones que mejor fútbol jugaron en la primera ronda se cruzarán en Mendoza. Y para los dos es una buena noticia, teniendo en cuenta que les podían haber tocado adversarios más complicados, como por ejemplo Brasil. Por el lado del equipo de Borghi, lo mejor que mostró fue su saludable búsqueda del arco rival, una cualidad heredada del ciclo de Bielsa, con los lógicos retoques del nuevo entrenador. Todavía no apareció Humberto Suazo, su goleador, aunque lo pudo disimular con un gran Alexis Sánchez y se adjudicó invicto su zona. Por el lado de la Vinotinto, otra vez exhibió síntomas de avance. Con un muy buen trato de pelota y con individualidades de peso como Tomás Rincón, Salomón Rondón, Juan Arango y Nicolás Fedor, se convirtió en un rival de cuidado, que no perdió ante Brasil, Paraguay y Ecuador. Todavía comete ingenuidades en defensa, como le ocurrió en los primeros goles de Paraguay, pero con orden, juego colectivo y buenas individualidades se convirtió en un adversario a tener en cuenta y al que no hay que subestimar.