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Después del terremoto y el tsunami que sacudieron a Japón en marzo pasado, dejando una enorme cantidad de víctimas y destrozos, la delegación de Independiente que se encuentra en tierras niponas a la espera de la disputa de la Copa Suruga Bank vivió una noche de terror. Poco antes de la medianoche japonesa, se produjo un sismo de 6,1 en la escala de Richter que sacudió la ciudad de Shizuoka, donde mañana, desde las 7, Independiente buscará conquistar su 17ª copa internacional en la final ante el Jubilo Iwata de Japón. El susto fue tan grande que los futbolistas debieron abandonar a medio vestirse sus habitaciones.

La jornada de entrenamiento se había desarrollado con normalidad y tras la cena, la delegación de Independiente se encontraba descansando. Pero la calma se convirtió en temblor y el temblor, en miedo.

Es que tanto para los japoneses como para los visitantes, todavía está fresco el recuerdo de lo sucedido el 11 de marzo pasado, cuando un terremoto de 9 grados Richter, con epicentro en el mar, frente a la costa de Honshu, provocó el tsunami que levantó olas de más de 10 metros destruyendo todo a su paso, y que dejó al país en emergencia nuclear.

Esta vez el epicentro fue en la ciudad de Shizuoka, donde se encuentra la delegación argentina. Pero no hubo daños. El plantel, cuerpo técnico y dirigentes debieron evacuar provisoriamente el hotel en el que se alojan. A medio vestir, todos descendieron desde los pisos 7 y 8 hasta el lobby, donde se reagruparon.

“La pasamos bastante mal. Parecía que el edificio se caía a pedazos. La gente del hotel nos pedía que nos quedáramos tranquilos, pero nosotros no estamos acostumbrados a este tipo de situaciones”, expresó ayer el presidente del club, Julio Comparada. “No se rompió nada en el hotel. Más que nada fue un susto por no haber pasado nunca antes una situación similar. Por la diferencia horaria y por nuestra falta de celulares queremos avisar que estamos todos bien”, agregó el dirigente, consultado sobre lo ocurrido por ESPN Radio Rivadavia.

Tras el temblor, y sin haberse reportado daños ni heridos, los integrantes de la delegación regresaron a sus habitaciones para continuar con el descanso, pensando en el partido.

Por su parte, el técnico de Independiente, Antonio Mohamed, admitió la dificultad que implicará enfrentar a Jubilo Iwata y destacó las virtudes del equipo japonés: “Ellos corren los 90 minutos. Será difícil. Lo nuestro deberá pasar por el toque de pelota”, apuntó el entrenador, que presenció el sábado último el encuentro de la JFL-League, en donde Jubilo Iwata, último campeón, perdió por 2-1 con Gamba Osaka, resultado que lo dejó en la sexta posición en el torneo local.