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Esos dos goles que el Manchester City conquistó el domingo en tiempo de descuento para ganar la Premier League por primera vez en 44 años, y con el concurso de tres argentinos, parecen no tener precio, dada la magnitud del logro. Pero sí lo tienen. El bosnio Edin Dzeko anotó el empate un minuto y medio después de cumplido el tiempo reglamentario; su pase costó 27 millones de libras esterlinas. Sergio Agüero marcó un gol histórico en el cuarto minuto adicionado; llegó al City desde el Atlético Madrid a cambio de 38 millones de libras. La suma, 65 millones, es menos del 10 por ciento de lo que el jeque Mansour bin Zayed al Nahyan, de la familia gobernante del emirato de Abu Dhabi, invirtió en el club en los últimos cuatro años, cerca de 900 millones de libras. Sin embargo, para ser una nueva fuerza en el fútbol europeo, como han prometido los argentinos que juegan allí, paradójicamente van a tener que dejar de gastar.

“Ahora viene Europa”, prometió Agüero. Significa la Champions League y la posibilidad de seguir el camino de sus vecinos del United, ya tres veces campeones de Europa. Pero no es tan sencillo, porque la UEFA impone una especie de fair-play económico para garantizar que los éxitos no se consigan a costa de una infinita espiral de gastos. Lo saben bien en el City: el balance del ejercicio que derivó en el título arrojó una pérdida de 197 millones de libras, que absorbió sin chistar el jeque, quien desde que compró al club sólo fue una vez a ver jugar al equipo, y el domingo, por supuesto, no estuvo en el estadio Etihad.

En relación con las verdaderas fortunas que se gastaron en el plantel campeón, los jeques sufrieron demasiado para conquistar el título. Por Yaya Touré pagaron 24 millones de libras, lo mismo que por Mario Balotelli, y 22 millones por el zaguero Joleon Lescott. Sami Nasri llegó del Arsenal también por 24 millones y gana 170 mil libras (1.200.000 pesos) por semana. Tevez, que le costó 47 millones en 2009, es, junto con Touré, el jugador mejor pago del plantel: cobra 250 mil libras (1,815 millón de pesos) a la semana. Agüero recibe algo más de 200 mil libras.

El tercer argentino del City, Pablo Zabaleta, llegó al club un mes antes que el jeque Mansour por “apenas” 6 millones de libras; lo mismo y al mismo tiempo se pagó por el pase del belga Vincent Kompany, transformado en el capitán y uno de los símbolos de este equipo. Modestos precios comparados con los que pagarían los nuevos dueños desde entonces. La ecuación costo-beneficio no es ni de lejos la mejor: bastante más consiguió el ruso Roman Abramovich, que desde que compró el Chelsea en 2003 gastó poco más de 1000 millones de libras, 100 millones más que Mansour, pero su equipo ya ganó en ese lapso tres títulos de Liga, ocho copas distintas en Inglaterra y el sábado puede ser el nuevo campeón de Europa.

A partir de la temporada 2014-2015, en dos años, los clubes que vayan a jugar la Champions sólo pueden acumular un máximo de 45 millones de euros de pérdidas en el ejercicio anterior, y el presidente del City, Khaldoon al Mubarak, cree que semejante nivel de gastos debe moderarse.

Pero aun así ya apuesta a comprar a la última sensación del fútbol europeo, el volante belga Eden Hazard, del Lille francés, al que también pretende el Bayern Munich. El City está dispuesto a pagar los 32 millones de euros de la cláusula de rescisión, y ya le ofreció 100 mil libras semanales de salario. Para comenzar a balancear las cuentas, varios futbolistas irán a la vidriera. Aunque sin apuro. Es que Al Mubarak estima que con los contratos que derivarán de ganar la Premier, el dinero que ingresará por jugar la Champions y el patrocinio de grandes firmas, las ganancias podrían superar los 200 millones de libras anuales.

En los casi cuatro años que llevan al frente del club, del que se hicieron cargo el 22 de septiembre de 2008, los jeques tomaron una sola medida impopular entre los hinchas, y que casi les cuesta lograr el primer objetivo que se habían trazado: el de ganar la Premier League al cuarto año de gestión. En diciembre de 2009 echaron al técnico en ejercicio y lo reemplazaron con el conservador Roberto Mancini. Ese técnico era Mark Hughes y el domingo estaba al frente del Queens Park Rangers, que llegó al minuto 90 en ventaja 2-1... hasta que los 65 millones se hicieron notar.