Domingo, 21 de abril de 2013 | Hoy
DEPORTES › EL DELANTERO ISMAEL BLANCO ANALIZA EL MOMENTO DEL UNICO INVICTO, LANUS
El delantero, que llegó de Alemania, volverá a ser titular mañana en el compromiso ante Unión, a pesar de que lleva cuatro fechas sin convertir. “El técnico me pide que tenga mucho sacrificio y actitud, que el gol va a llegar solo”, explicó.
“Vengo a la Argentina con todas las ganas de hacer goles”, fue la prometedora advertencia que Ismael Blanco, la apuesta goleadora de Lanús en el último libro de pases, eligió en su presentación, a principios de año. Y el atacante entrerriano, que retornó al futbol argentino tras poco más de cinco años en el exterior, empezó a cumplir su palabra en su debut. Aportó uno de los cuatro goles que el equipo de Guillermo Barros Schelotto le marcó a Colón, en la primera fecha del torneo Final. Sin embargo, su nivel se diluyó con el correr de las fechas y apenas volvió a anotar en la quinta jornada, en el triunfo 2-1 ante Arsenal. Pero el entrenador, conocedor del puesto, confió en su artillero y le brindó la titularidad en todas las fechas del campeonato. El duelo de mañana, ante Unión, no será la excepción, más aún si se trata de un partido especial para el atacante surgido en Colón. “Para mí, es como un clásico”, le contó a Página/12. “Una vez le hice un gol, pero no me lo anotaron”, recordó. Además, reveló que se queda “triste y amargado” cuando no puede convertir, aunque avisó: “No voy a bajar los brazos, el gol ya va a llegar”.
–A pesar de acarrear cuatro fechas sin convertir, el técnico lo ratificó como titular para el partido con Unión, ¿es importante para un delantero recibir esa confianza desde el banco?
–Sí, y me pone contento. Yo hablé con Guillermo, él me pide que tenga mucho sacrificio y actitud y que después esté tranquilo porque el gol va a venir solo. Sé que lo importante en estos casos es no agachar la cabeza ni tampoco relegar actitud, porque en cualquier momento puede llegar una jugada de gol y hay que estar atento. El técnico me pide que no me quede mucho de nueve, que participe más en el juego, que trate de moverme y dejar espacios, pero yo a veces quiero estar en el área para empujarla.
–¿Cómo se maneja la ansiedad de querer anotar?
–Es difícil, a veces pasan los minutos y no tengo posibilidades. Es lógico que necesite del gol, porque mi posición me pide eso, y si no llega me pone un poco triste. A veces me bajonea un poco, llego a mi casa y estoy amargado, pero al otro día, en el entrenamiento, me vuelvo a mentalizar para el próximo partido. Sé que con actitud y sin bajar los brazos el gol va a llegar. Por eso, trato de estar tranquilo.
–¿Cree que se le juega distinto a Lanús por estar primero?
–Sí. Todos nos quieren bajar. Ya todos saben que somos un rival difícil que siempre intenta jugar. Hay muchos equipos que nos juegan al contragolpe. Quizá meten un pelotazo, nosotros quedamos mal parados y lo aprovechan. Después se nos meten atrás y se hace difícil.
–¿Cree que el compromiso con Unión se desarrollará de esa manera?
–La de ellos es una cancha chica, así que imagino un partido con pocos espacios. Creo que nos van a salir a presionar mucho y no sé si vamos a poder jugar como estamos acostumbrados. Será un de-safío y vamos a intentarlo, ojalá lo podamos hacer. Vamos a ir a defender la punta, estuvimos primeros desde que empezó el campeonato y queremos seguir ahí. Pero por más que nosotros estemos bien arriba y ellos vayan últimos, no hay ningún favorito, Unión se juega mucho y va a ser difícil.
–¿Lo toma como un partido especial desde lo personal?
–Para mí es como un clásico. Yo soy de la vereda de enfrente, salí de Colón, así que seguro algún insulto voy a tener, es algo normal en el fútbol. Pero yo quiero hacer las cosas bien sin importar el partido que sea. Unión viene levantando su nivel desde que llegó (en diciembre pasado, el entrenador Facundo) Sava y va a ser un encuentro duro. Por mi parte, intentaré tomarlo como uno más, pero seguro que más de uno me va a insultar (risas).
–Será entonces una buena oportunidad para marcarle por primera vez...
–Una vez le metí un gol jugando para Olimpo, en el Nacional B. Creo que ese día ganamos 2-1. En uno de los goles yo le doy la puntada final a la pelota, pero no me lo anotaron a mí, se lo dieron a otro. Ojalá que esta vez sí lo pueda hacer y que nos llevemos la victoria, que es lo que verdaderamente importa.
–Tras cinco años y medio en el exterior retornó a la Argentina para jugar en Lanús, ¿con qué club se encontró?
–Con una institución muy ordenada y seria. No es el mismo Lanús de cuando me fui. Creo que es un club como para que todo el resto del fútbol argentino lo mire y lo imite. Es impresionante cómo avanzó en los últimos años. En cuanto al plantel, tengo unos compañeros que desde el primer día que llegué me trataron bien y me acoplaron al grupo enseguida. Eso es muy importante para un jugador nuevo.
Entrevista: Pablo Ribera.
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