Como en cada arranque de campeonato, todos los equipos renuevan sus esperanzas. Y este torneo Inicial no será la excepción, con clubes que se han reforzado con más ingenio que dinero, aunque a varios el saldo entre los que se fueron y los que llegaron les da positivo.

El caso de Boca es sintomático. Luego del pésimo semestre pasado, la idea fue renovar el plantel y por eso llegaron nombres importantes para la famosa columna vertebral de un equipo. Trajo a un zaguero probado como Daniel Díaz, un volante central de jerarquía como Fernando Gago y al goleador del torneo pasado, Emmanuel Gigliotti. El uno, Orion, y el diez, Riquelme, ya los tenía y espera potenciarlos. Perdió nombres importantes, pero que en rendimiento no venían ratificando esos antecedentes.

Por el lado de River, la llegada más rutilante es la de Teo Gutiérrez, una garantía por rendimiento, pero una incógnita por su comportamiento. Qué factor pese más parece ser clave para el futuro de River. Jonathan Fabbro también es una incorporación relevante, ya que es un jugador probado en Sudamérica, que necesita ratificarlo en el país. En el balance de altas y bajas, parece haber perdido cantidad y ganado calidad.

Racing se movió poco en el mercado. Recién se reforzó sobre el final y no trajo nombres que modifiquen la ecuación (Viola, Regueiro, Battaglia), pero al menos no perdió demasiado, con la partida de Luis Fariña como la única que puede sufrir. Diferente fue San Lorenzo, que se movió muy rápido y consiguió los nombres que pidió el entrenador. Como prácticamente todos los nuevos hicieron la pretemporada completa, Pizzi parece tener una ventaja en ese sentido con respecto a otros equipos.

El campeón Newell’s, además de perder a su entrenador Gerardo Martino, también sufrió las bajas de su goleador Ignacio Sco-

cco y de Santiago Vergini, el central titular. El arribo de Trezeguet abre un interrogante respecto de su condición física, ya que su calidad está garantizada. En el regreso a Primera, su tradicional rival, Central, encontró sobre el cierre del libro de pases buenos delanteros como Luna, Abreu y Castillejos, que le dan cierto optimismo.

Vélez, otro candidato natural, se movió muy poco y suplantará la partida de Facundo Ferreyra con el arribo de Mauro Zárate. Otro animador habitual como Lanús sumó nombres fuertes como Silva, Somoza, Lautaro Acosta y Jorge Ortiz, aunque dejó ir piezas importantes para su estructura como Guido Pizarro, el venezolano Vizcarrondo y Regueiro. Arsenal no pudo retener a Lisandro López, Benedetto y Ortiz, y los reemplazó con jugadores de menos calidad, aunque si concreta la chance de Giovanni Moreno se potenciará.

Para Estudiantes, más allá de muchos nombres distintos de los del torneo anterior, la principal novedad pasa por el regreso de Juan Sebastián Verón. No tendrá a su costado a laderos históricos como Braña o Leandro Benítez, pero su presencia ya cambia el estado de ánimo del plantel. Figuras como Vergini, Jorge Luna o Israel Damonte pueden ayudar para borrar las dos últimas malas temporadas. En la vereda de enfrente, Gimnasia apostó a la base del plantel que logró el ascenso, apenas potenciado con las llegadas de Borghello y Juan Pablo Rodríguez.

All Boys y Argentinos, con nuevos entrenadores, prácticamente renovaron sus planteles, con más de diez futbolistas nuevos. Esa situación provoca que, más allá de los nombres, el problema será encontrar rápido un funcionamiento. El resto de los equipos parece tener menos potencial que en el certamen anterior, por lo que deberán apostar al juego de conjunto para obtener buenos resultados.