Central y Belgrano jugaron un partido intenso en el Gigante de Arroyito, que terminó empatado sin goles, pero que no careció de emociones. El empate le impidió a los rosarinos alcanzar la punta del torneo Final.

Arrancó un poco mejor Belgrano, que buscó exigir al arquero García con un cabezazo de Lollo y un remate de Farré, pero el arquero suplente del conjunto rosarino respondió bien. Central no se quedó atrás y enseguida propuso un partido de ida y vuelta, dinámico, que prometía muchas emociones. Abreu era buscado constantemente con centros enviados por los laterales, que era el camino elegido por los dirigidos por Miguel Ru-sso, quienes llegaron al encuentro muy motivados por la victoria en el clásico rosarino. Sin embargo, Belgrano se hizo fuerte en el medio, y aunque no conseguía inquietar demasiado a García, le impedía generar juego a Central y lo obligaba a probar suerte con los pelotazos.

No le faltaba intensidad al encuentro, pero sí precisión. Es que ninguno de los dos equipos conseguía imponer su fútbol. Sobre el final de la primera parte, tanto Central como Belgrano hicieron méritos para abrir la cuenta. Los rosarinos estuvieron cerca de contra. Abreu le bajó la pelota a Niell, que se acomodó y sacó un remate cruzado que pasó a centímetros del segundo palo del arco de Olave. Y en la réplica, Zelarayán picó habilitado y fue derribado por el arquero García dentro del área. Era penal, clarísimo, pero el árbitro Diego Abal hizo la vista gorda.

Los locales salieron a jugar la segunda con mucha determinación, para atravesar el que fue su mejor momento en el partido y lograr meter a Belgrano en su propia área. Pero las fallas en la definición y las intervenciones acertadas de Olave no le permitieron romper el cero. Abundaban los centros, y Russo mandó a Luna y Castillejos a la cancha para intentar ganarlo por arriba. Pero no pudo ser. En el descuento, el ingresado Márquez estrelló un remate en el palo izquierdo de García.