Independiente superó ayer 2-1 a Defensa y Justicia en un partido trascendental para sus aspiraciones de conseguir el tercer y último ascenso a Primera cuando quedan dos fechas más por jugarse en la Primera B Nacional. En un partido que comenzó perdiendo como en las últimas dos fechas, pero que esta vez pudo dar vuelta, el equipo dirigido por Omar De Felippe aprovechó las caídas de Instituto y Atlético Tucumán para quedar solo en el tercer puesto, esperando el partido del lunes de Huracán, que lo alcanzaría si supera a Talleres en Córdoba.

El golpe de Defensa y Justicia, apenas a los siete minutos, fue la declaración de que a pesar de haber conseguido el ascenso por anticipado, el equipo de Diego Cocca no iba a irse a menos en Avellaneda. Claudio Guerra bajó de pecho un buen pase de Brian Fernández, enganchó entre Cristian Tula y Gabriel Vallés y dejó despatarrado al arquero Diego Rodríguez definiendo cruzado. Como en los partidos ante Ferro y Douglas Haig, Independiente fue a buscar el empate, que consiguió gracias a Matías Pisano. Tras un pase de Federico Insúa, el siete acomodó la pelota de zurda y sin dejarla picar remató al lado del palo derecho del arquero Darío Pellegrino.

Para buscar el gol de la victoria, el equipo de De Felippe no mostró muchas ideas en la elaboración de juego. Más bien abusó del centro a Sebastián Penco, pero las ganas de subirse nuevamente al tercer puesto y depender de sí mismo para volver este año a Primera le alcanzaron para llevarse por delante al equipo de Florencio Varela, que jugaba con uno menos por la expulsión de Guerra. Cuando la impaciencia comenzaba a carcomer los nervios del equipo local, el tanto de Sergio Ojeda, que cabeceó luego de un rebote en el travesaño tras un corner, le dio a Independiente un partido que terminó muy trabado y con tres expulsiones.