Las esperanzas del tenis argentino en el Abierto de Australia quedaron sepultadas ayer luego de que Leonardo Mayer cayera 6-4, 4-6, 6-4, 6-0 ante el serbio Victor Troicki en la segunda ronda del primer Grand Slam de la temporada. El único de los seis jugadores argentinos que había avanzado a esta instancia al derrotar al australiano John Millman, se derrumbó tras perder el tercer set en su primer enfrentamiento contra Troicki, más en forma y que viene de ganar el torneo de Sydney la pasada semana, al derrotar en la final al kazajo Mijail Kukushkin.

De esta manera, el tenis argentino completó un aciago Abierto de Australia. Primero sufrió la baja de Juan Martín Del Potro, que se retiró del torneo el sábado y el martes ya fue operado de nuevo en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, para intentar evitar el dolor que el tenista sentía al ejecutar el revés a dos manos. Después, como fichas de dominó, cayeron en Melbourne Juan Mónaco, Carlos Berlocq, Máximo González, Federico Delbonis y Diego Schwartzman en la primera jornada del torneo. Y el último fue Mayer, que finalizó con 59 errores no forzados, por 13 de Troicki.

“Se me escaparon un montón de juegos y oportunidades. El está muy fino, muy bien. Te hace errar y yo no sé jugar despacio, y me encontró la manera para que yo fallara. Puede parecer que fallo mucho pero también gano así. Le puse todo y no se me dio, él está mucho mejor que yo ahora, incluso de físico”, explicó el correntino. “En algún momento pensé que se moría pero se reavivó, es como un gato que no muere nunca”, definió Mayer a su verdugo de ayer.

A pesar de la caída, Mayer admitió que se marcha contento de Australia. “Me voy con buenas sensaciones de esta gira. Jugué muy bien en Doha y en Sydney y también acá. Me tocó contra Troicki, que tendría que estar preclasificado. Sentí que no estuve tan mal, jugué ante un jugador que hace muchas cosas para que juegues mal”, indicó Mayer, que tiene como objetivo mantenerse en el ranking, dentro de los 30 mejores del mundo, aunque no lo desespera. “Mejorar con la edad que tengo es difícil pero sí se puede afilar, la confianza por ejemplo. Hay que agarrar más confianza, y si se mantiene el ranking, genial, y si no, la vida sigue”, agregó.

Mientras tanto, los ex número uno del mundo Roger Federer y, sobre todo, Rafael Nadal, debieron sufrir mucho para avanzar a la tercera ronda. El suizo venció 3-6, 6-3, 6-2, 6-2 al italiano Simone Bolelli, mientras que el español superó 6-2, 3-6, 6-7 (2/7), 6-3, 7-5 al estadounidense Tim Smyczek, en un partido de más de cuatro horas en el que Nadal estuvo a punto de abandonar por un principio de deshidratación, según admitió tras el juego.