El triunfo en el clásico frente a Independiente le permite a San Lorenzo compartir la punta del Torneo de Primera junto a Central, de manera transitoria, ya que Boca puede superarlos a ambos esta tarde. Pero en Boedo eso es lo que menos importa: el equipo sigue peleando para pasar a los octavos de final en la Copa Libertadores y da batalla de la mejor manera en el certamen local, en el que ya suma siete victorias en nueve fechas.

Con este triunfo, San Lorenzo, con la victoria llegó a 21 puntos, la misma cantidad que Central, en tanto que Independiente, que dejó el invicto en el Bajo Flores, quedó con 13 unidades.

El primer tiempo tuvo a Independiente como dominador, con un Mancuello cerebral y un Riaño punzante. El volante, que volvía después de dos partidos de ausencia, retomó su papel de conductor, que el equipo tanto extrañaba y así, el conjunto de Avellaneda dispuso de las mejores chances de gol, aunque falló una y otra vez en la definición. Mancuello a los 11m. y a los 17m., Riaño a los 19m. y a los 41m, Matías Pisano a los 26m, todos estuvieron muy cerca de convertir la apertura del marcador, pero entre el arquero local Torrico y su falta de puntería, el gol fue una materia pendiente para la visita.

Ante esto, San Lorenzo, con su tradicional 4-2-3-1, se vio sorprendido por la presión de su adversario, le costó hacer pie en el campo de juego, aunque tuvo sus oportunidad de riesgo por intermedio de Mas.

Pero el equipo de Bauza estuvo lejos de jugar bien, aunque sobre el final del primer período se puso arriba en el marcador con un golazo de Villalba, una pelota que Mercier recuperó de cabeza, una habilitación de Matos y el bombazo del volante que la puso entre Rodríguez y el primer palo.

En el segundo tiempo, más allá de las intenciones, el partido ofreció poco y prácticamente no hubo llegadas. San Lorenzo levantó un poco el nivel de la primera parte y con eso se llevó la victoria.