DEPORTES
A Cúper lo echaron de Italia, el país del catenaccio, por conservador
Parece una ironía, pero no es tal. Mientras Carlos Griguol gana con Gimnasia, su alumno dejó el Inter, acusado de ultradefensivo.
Por Pablo San Román
Desde Milán
Héctor Cúper no tiene suerte. Que lo hayan destituido por “conservador” en el país del catenaccio es, sin duda, el colmo de la mala fortuna. Sus indudables cualidades como estratega no se han visto recompensadas con títulos y fue finalmente despedido por el Inter, después de seis jornadas de la Liga italiana en las que el equipo apenas anotó seis goles, sólo más que los colistas Empoli y Ancona.
La vida de Cúper en Europa tuvo su momento álgido en el Mallorca, al que llevó a la final de la Copa de España en 1998 y a la de la Recopa de Europa en 1999. El técnico comenzó a hacerse un nombre en el Viejo Continente. Alguien que había hecho algo tan llamativo con un conjunto pequeño podía ser capaz de llevar a lo más alto a uno grande.
El Valencia se hizo con sus servicios y fue capaz de llevar al equipo a dos finales de la Champions League, en 2000 y 2001, que perdió. Pero aquello fue engañoso. El público de Mestalla, harto del sistema defensivo de su entrenador, cantaba cada semana un hiriente: “¡Cúper, vete ya!”.
Y Cúper se fue al Inter. Sus tres fallidas finales europeas con Mallorca y Valencia le habían creado una fama de perdedor de grandes citas. Pero con el conjunto italiano de Christian Vieri y Ronaldo podría resarcirse.
Un año le bastó a Ronaldo para darse cuenta de que el estilo de Cúper no era el mejor y tras perder la Liga italiana del 2002 en las últimas jornadas, decidió marcharse en la primera oportunidad que tuvo, fortalecido por el triunfo de Brasil en el Mundial de Corea y Japón.
Desde que Ronaldo pisó el Real Madrid, convirtió a Cúper en el enemigo público número uno y cada vez que tenía la ocasión, le regalaba alguna lindeza al bueno del entrenador. Esos ataques continuos del brasileño fueron minando la reputación del argentino y la pendiente se fue haciendo mayor para provocar su caída.
Su destitución estaba anunciada, ya que su fama de ultraconservador se había hecho demasiado grande. Una vez, Rafa Benítez, el técnico del Valencia, tras caer contra el equipo de Milán, en el primer año de Cúper en Italia, en la Copa UEFA, llegó a decir: “Con el juego del Inter el fútbol no desaparecerá, pero los aficionados desaparecerán de los estadios”.
Curiosamente, el Inter es líder del Grupo B de la Champions League, habiendo ganado los dos partidos que jugó, pero ese petit record no le salvó la carrera a Cúper, que esta noche, en Moscú, cuando el equipo neroazzurro visite al Lokomotiv, será sustituido en el banco por Corrado Verdelli, el entrenador de las inferiores, a la espera de que firme su contrato Alberto Zaccheroni, el elegido del presidente Massimo Moratti, que exige sin falta la conquista de un título. “Ahora tenemos que volver a ser protagonistas principales”, dijo el magnate petrolero.
Pocos defensores tenía Cúper y al final llegó su destitución. Si su destino no cambia, está abocado a ser llamado en el futuro por conjuntos de la mitad de la tabla para abajo que busquen medidas de urgencia ante el peligro del descenso.