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–¡Me lo hizo el nuncio!¡Me lo hizo el nuncio! –se exasperó Néstor Kirchner, ya de regreso a la Casa Rosada. Y hasta se animó a un chancear con su esposa, la senadora Cristina Fernández. “¿Adiviná con quién me junto?” El nuncio es Adriano Bernardini. Y la bronca del Presidente con el obispo es por haberles facilitado el acceso a la Basílica de Luján a Daniel Hadad y Raúl Moneta, a quienes gambeteó para evitar la foto no deseada.
Kirchner aterrizó en Luján para participar de la firma de un contrato para la ejecución de las obras de restauración de la Basílica, con una inversión de 4,9 millones de pesos.
El Presidente se sorprendió cuando le advirtieron de la presencia de los dos empresarios de medios vinculados al menemismo. Pero fue Moneta el que dio la nota. Persiguió a Kirchner por toda la Basílica. Y no se dio por vencido hasta ponerse a menos de un metro.
–¿Y?, ¿sacaron la foto? –le preguntó a los reporteros gráficos.
Ese retrato le significaba algo más que un souvenir. Y por eso comenzó a pedir el número de teléfono a cada fotógrafo que se le cruzaba. Quería, sí o sí, el retrato.
Miguel Núñez y Daniel Muñoz, vocero y secretario privado de Kirchner, hacían malabares para romperle el sueño al ex banquero.
En su afán, Moneta logró un premio consuelo, la polaroid con el gobernador bonaerense Felipe Solá. Si fuera por propiedad transitiva sería más que llamativo: Moneta y Hadad son socios –lo serán formalmente en pocos días– y Solá tiene una pésima relación con el dueño de Canal 9. Sin nombrarlo, se refirió en más de una oportunidad a él como miembro de la “prensa extorsiva”.
Evidentemente, de Moneta ofrece una visión distintas. “Es un hombre que tiene una propiedad acá cerca, que me conoce desde hace muchos años y hacía mucho que no nos veíamos, por eso se me acercó”, justificó el gobernador.
Moneta, el mismo que ayer mostró vocación por “estar”, se fugó de la justicia en el 2001 tras ser procesado por el delito de administración fraudulenta en la liquidación de los bancos República y Mendoza. Otro dato: su admiración por Carlos Menem es inconmensurable.
No es el único devoto del ex presidente. Hadad colaboró en la última campaña menemista, entre otras maneras, ofreciendo los jardines de su casa del country Mayling para el rodaje de un spot de campaña. A través de Infobae, el periodista tiene a maltraer a Kirchner con el “tema Bendini”.
Anoche, el presidente se desgañitó buscando saber de qué manera llegaron a Luján. El Gobierno no tiene acceso previo al listado de invitados de la curia. Moneta aseguró haber sido convocado a la ceremonia por las autoridades eclesiásticas, con quienes mantiene una excelente relación.
–¿Por qué no voy a estar si soy de acá? Tengo campos aquí en Luján –se atajó ante la agencia DyN.
Hadad, el dueño de Canal 9, habló a través de su vocero en la emisora. “A Luján lo invitó Bernardini. Y lo invitó porque la remodelación de la Basílica se hará, además de con el aporte estatal, con el de un grupo de empresarios. Y él es uno de ellos”, dijo.
Bernardini es italiano. Nació el 13 de agosto de 1942. Y fue nuncio en Tailandia, Singapur y Camboya. Fue nombrado en Argentina el 26 de abril del 2003, un mes antes de la asunción de Kirchner, en reemplazo de Santos Abril y Castelló.
–De alguna manera se las va a hacer pagar –fue la respuesta imprecisa de un secretario de Estado, cuando Página/12 le preguntó de qué manera canalizaría Kirchner su bronca.
El otro representante de la Iglesia presente en el acto fue Rubén Di Monte, el arzobispo de la diócesis de Mercedes-Luján. Di Monte sucedió al controvertido Emilio Ogñenovich, quien nunca desconoció su íntima relación con el menemismo. Esteban Caselli, ex embajador en la Santa Sede ysecretario de Culto del gobierno de Eduardo Duhalde, mantiene buena relación con ambos.
Moneta y Hadad, evidentemente, se tomaron a pecho el discurso de “unidad” que Kirchner pregonó desde el púlpito. Juntos formalizarán en dos semanas una sociedad, cuando el ex banquero adquiera acciones de Canal 9, Infobae y la página de internet de ese diario.