El empresario Alejandro Burzaco, uno de los tres argentinos imputados por la Justicia estadounidense en la causa por presunta corrupción que involucra a dirigentes de la FIFA, se entregó ayer en la localidad de Bolzano, en el norte de Italia, presumiblemente luego de llegar a un acuerdo para canjear información por condiciones más favorables en un eventual proceso, y espera por la extradición a los Estados Unidos.

Burzaco, principal accionista de Torneos, de cuya presidencia fue desplazado la semana pasada por el directorio, se “presentó espontáneamente” en una comisaría acompañado de dos abogados, uno italiano y otro español, indicó la policía de Bolzano en un comunicado. El empresario, que también tiene un pasaporte italiano y estaba buscado por Interpol, está detenido y a disposición de las autoridades judiciales.

Según la prensa italiana, Burzaco, que cumplirá 50 años el 30 de junio, ya habría alquilado una casa cerca de Bolzano para pedir que lo pongan bajo control judicial.

Burzaco está acusado de cometer irregularidades en la atribución de derechos televisivos en torneos de fútbol en América latina. Junto a su socio estadounidense Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA, detenido en Zurich (Suiza), es el propietario de los derechos televisivos de la Copa América 2015 que empieza mañana en Chile.

Estaba en Zurich el día de la redada contra los dirigentes de la FIFA, pero los policías suizos no pudieron detenerlo porque no estaba en su habitación en el momento de la operación. Desde entonces estaba siendo buscado. Está “en perfecto estado” y permanece a la espera de determinar si queda en prisión o se le concede el arresto domiciliario.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, explicó que la extradición depende de la Justicia italiana. “La suerte de Burzaco queda sujeta a lo que determine la Justicia italiana, en una primera instancia. Es la que decidirá si el pedido de extradición es correcto. Si lo es, lo mandan a Estados Unidos”, dijo el funcionario. “No es lo mismo la extradición de un connacional de una persona que no lo es”, apuntó Berni en alusión a que Burzaco tiene pasaporte italiano.

“Primero tiene que hacer la declaración cara a cara con los fiscales en Estados Unidos, para ello se precisa extraditarlo –continuó–. Yo creo que se hará lo más rápido posible para poder estar con el fiscal, porque manifestó que tiene intención de colaborar, y aportar lo que sabe.”

Sobre el empresario pesaba una orden de captura internacional debido a su imputación en el caso FIFA, por “asociación ilícita destinada a cobrar sobornos” para la comercialización de marketing y publicidad. En caso de ser considerado culpable, la pena puede llegar a los 30 años de prisión. Pero podría reducirse considerablemente si llega a un acuerdo con las autoridades estadounidenses para contar lo que sabe y aportar pruebas que ayuden a incriminar a otros imputados.