Domingo, 2 de agosto de 2015 | Hoy
DEPORTES › BRUNO FAMIN, DIRECTOR DEPORTIVO DE PEUGEOT, Y LOS PLANES PARA LA EDICION 2016
El equipo francés se prepara para su segunda intervención en el Dakar sudamericano, al que consideran más desafiante que la versión original que ganaron en cuatro oportunidades. “Vamos con muchísima humildad”, asegura.
Por Pablo Vignone
Desde París
Los talleres de Peugeot Sport se encuentran en Vélizy, al sudoeste de la capital francesa, un suburbio tecnológico en el que, por ejemplo, se fabricaban los misiles Exocet. Pocos equipos de competición en el mundo –algunos en Fórmula 1, en Endurance o en rally– poseen el despliegue y los medios del León galo, que el año pasado decidió recuperar la corona del Dakar que había hecho suya en los ’80, aunque su primera experiencia fue más aleccionadora que exitosa. Allí, Bruno Famin, el CEO de Peugeot Sport que vivió muchos años en nuestro país, explica los planes para tratar de conquistar la naturaleza sudamericana, aunque no se priva de hablar de los pilotos argentinos.
–¿Qué balance hace del rendimiento en el Dakar 2015?
–No podemos estar satisfechos con una undécima plaza final, nos hubiera gustado ganar un par de etapas, casi lo logramos, pero hubo algunas cositas que lo impidieron, pero éste es un programa de mediano plazo y el resultado del 2015 nos ayuda muchísimo para mejorar el auto, mejorar el equipo. El Dakar 2015 no tiene nada que ver con el Dakar de 1990, cuando Jean Todt luchaba contra las camionetas... Ya no hay más camionetas, son todos prototipos de escuadras con mucha experiencia, como el X-Raid que tiene 13 o 14 años de experiencia con un auto como el Mini que está muy bien hecho. Para ir a luchar contra ello, hay que tomar el programa realmente en serio, en 2016 esperamos hacer otro paso significativo.
–¿Lo decepcionó no estar más adelante?
–Por supuesto no se puede llamar un éxito, pero era el mejor resultado posible para la continuidad del programa. Tuvimos apenas un año para diseñar, hacer las piezas, armar el auto, y empezamos con el rally más duro del año. Y llegamos con dos de los tres coches.
–¿Qué problemas advirtió usted en el coche durante este primer Dakar?
–Los puntos débiles del auto fueron todos, porque el auto fue a correr con ningún desarrollo, o sea que había que mejorar todo: el peso, el trabajo de las suspensiones, el rendimiento del motor, la relación de caja. Los puntos más criticados por los pilotos fueron la inestabilidad del chasis, con la tendencia a volcar en dos ruedas y la falta de respuesta del motor especialmente en grandes altitudes. La gran virtud fue la confiabilidad. Una gran conclusión que hemos sacado es que el concepto que habíamos definido nos satisfizo: dos ruedas motrices, tracción trasera, motor turbodiésel, todo eso lo confirmamos, y seguimos creyendo que es una buena solución para ir a luchar contra los Mini.
–¿Qué le falta al 2008 DKR respecto del Mini?
–Los 15 años de experiencia que llevan corriendo el Dakar, lo que hace que todos los detalles estén muy bien pensados. Todo está muy optimizado. A nosotros nos falta.
–¿Habrá tres o cuatro autos en la largada de 2016? Se dice que la estrategia será correr dos coches nuevos y dos de los actuales.
–No se sabe todavía. Estoy seguro de que usted leyó que monsieur Sebastien Loeb estaba interesado en correr el Dakar. Es cierto, nunca lo negó, un día va a hacerlo, seguramente, cuándo será no se sabe. El probó dos días el auto en junio, le gustó bastante a pesar de que nos sacó todos los defectos del auto. Es un piloto extraordinario, con 10 kilómetros arriba del auto ya lo conoce. Pero lo que le faltará es la experiencia del terreno, el desierto, que no conoce para nada. Y la manera de conducir es totalmente distinta de lo que conoce en el Mundial de Rally.
–Entonces, de cero a cien, ¿cuántas posibilidades tiene Loeb de correr el Dakar 2016 con Peugeot?
–Entre cero y cien, más o menos... No quiero entrar en este tipo de juego porque si digo 99 y después no se sube, voy a quedar muy mal. Es el tipo de hombre que entra en una nueva disciplina únicamente si está seguro de que va a tener todas las luces verdes para hacer algo correcto. Tiene que estar satisfecho del auto, tiene que encontrar un copiloto, tiene que tener el tiempo para probar antes, tiene que estar libre de sus otras obligaciones...
–¿Quedó contento con sus pilotos? Se dijo que había tenido algún roce con Sainz por la manera de encarar el rally.
–Muy contento, sí, con Stephane Peterhanse, con Cyril Despres. Ellos irán ahora en septiembre a correr el Rally de China, con los autos que condujeron en el Dakar. No hubo roces, para nada. Sainz es el tipo de piloto que empuja realmente a un equipo. No lo conocí, pero me imagino que Schumacher era igual, lo mismo que Alonso, este tipo de personajes son muy exigentes, piden cosas con autoridad porque ellos están capacitados para ganar y por lo tanto quieren el mejor auto, el mejor equipo. Sus exigencias son muy positivas para el equipo. Sainz está a full en el proyecto.
–¿El 2008 del 2016 es una continuidad del modelo que corrió este año o algo radicalmente distinto? ¿Es cierto que será más ancho y más largo?
–Sí. El concepto sigue igual, pero el auto va a ser totalmente nuevo. No alcanza solo con sacar las ruedas 20 centímetros hacia afuera. Va a haber pocas piezas iguales. Estamos en un proceso de evolución normal.
–¿Van a ganar el Dakar 2016?
–Ganar el Dakar es muy complicado, porque la carrera es muy difícil, es aún más complicada desde que está en Sudamérica. Cuando se trataba de ir de París a Dakar, se sabía qué clima iba a haber, no temía a las lluvias o las inundaciones o el frío o la altitud... Por ejemplo, en 2016 vamos a estar tres días en Bolivia, a más de 4000 metros de altura, quizás con mucha lluvia y mucho barro, y nadie sabe qué condiciones vamos a enfrentar. Es realmente difícil estar preparado para todas las condiciones posibles. Estamos luchando contra rivales muy bien armados. Prefiero pensar el 2016 para dar un paso grande en términos de performance y estar mucho más competitivos que en 2015. Pero nunca vamos a decir que vamos a ganar en 2016. El objetivo del programa es ganar, por supuesto, pero vamos con muchísima humildad porque tenemos un montón de cosas que aprender.
–¿Qué le parece el Dakar en Sudamérica?
–Comunica mucho mejor. En el Sahara nunca había nadie... Aquí es una fiesta por cada pueblo por el que pasa, es muy agradable eso para la gente y para nosotros. Especialmente en la Argentina, se nota que la gente está apasionada, son tuercas. A mí habían dicho que había mucha gente en las calles, en las rutas, pero verlo fue realmente impactante.
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