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La clasificación de River a la final de la Copa Sudamericana, lograda gracias a la victoria por penales sobre el San Pablo, el miércoles por la noche, le concedió dos semanas de supervivencia al entrenador Manuel Pellegrini, mientras cobra cuerpo la versión de que será la dupla compuesta por Leonardo Astrada y Jorge Ghiso la que se hará cargo del plantel. Las finales se disputarán el 10 y el 19 de diciembre, y River será local en el partido de ida; anoche, Cienciano y Nacional de Medellín definían al otro finalista.
José María Aguilar, el presidente del River, opinó que “sería un acto de estricta justicia” si Pellegrini se queda en River en caso de ganar la Sudamericana, una frase que demuestra que no existe consenso entre los dirigentes para que el chileno termine su contrato, que vence en junio de 2004. Pellegrini opinó que su equipo está “muy motivado” y que tiene “mucha fe” para ganar la Sudamericana, pero aclaró que el objetivo está “muy complicado” porque el plantel quedó reducido a “dieciséis jugadores” (ver aparte).
“Pellegrini demostró ser un buen profesional”, lo defendió Aguilar, mientras lamentaba “la falta de tiempo que existe en el fútbol de hoy, donde hay que ganar siempre y con inmediatez”. El entrenador había anunciado que, si River perdía en San Pablo renunciaba, pero también aclaró que en caso de obtener ese torneo tendrá que hablar de su continuidad con los dirigentes. Algunos de ellos deslizaron en San Pablo, citados por la agencia DyN, que esa posibilidad es inviable porque “la relación con el hincha ya no tiene retorno”.
En la última semana, la candidatura de la dupla Astrada-Ghiso tomó ventaja sobre la de Reinaldo Merlo, el otro candidato a hacerse cargo del plantel. “Astrada es un jugador muy querido por la gente e identificado con el club y Ghiso se ganó mucho respeto profesional por el trabajo que está haciendo en la reserva. Son dos hombres de la casa, algo que en este momento complicado que vivimos es muy importante porque serviría para descomprimir un poco la cosa”, confió por lo bajo un dirigente en la madrugada de ayer, tras el partido en el Morumbí.
En principio, el candidato a colaborar con Astrada era Hernán Díaz, que hoy es una especie de coordinador del plantel, pero el entrenador de la reserva –aquel que convirtiera el famoso gol de chanfle con la Selección a Alemania, en Munich en 1973– movió algunas fichas y su trabajo fue reconocido. Díaz iría a trabajar a la reserva para ganar experiencia.
Flavio Pérez, el preparador físico actual, continuaría en su cargo.
Respecto de Merlo, algunos dirigentes sostienen en privado que no suscribe la línea futbolística del club y otros están molestos con la presión mediática –Merlo es columnista televisivo de Torneos y Competencias– que se viene ejerciendo para imponerlo en el cargo.
El preferido del presidente Aguilar sigue siendo Daniel Passarella, pero el ex entrenador de la Selección tiene contrato con el Monterrey hasta junio y no quiere rescindirlo. Otra versión asegura que su mujer le pidió no retornar a la Argentina por temor a la inseguridad y no son pocos los que creen que el coqueteo que tuvo con Boca tiempo atrás es irremontable entre los hinchas.