ECONOMíA › EL TITULAR DE LA UIA CONDENO DURAMENTE LA PROTESTA SOCIAL
Gaiani pide palos y no son verdes
El presidente de la central fabril expresó “alarma por la proliferación de los actos de protesta”, en un discurso que previamente había puesto en conocimiento del presidente Néstor Kirchner y que motivó la ausencia de éste al cierre de la Conferencia Industrial.
Por David Cufré
“No podemos ignorar nuestra alarma por la proliferación de los cotidianos actos de protesta que alteran el normal desarrollo de las actividades productivas y que, lamentablemente, comienzan a adquirir caracteres violentos e intimidatorios.” Alberto Alvarez Gaiani, presidente de la Unión Industrial Argentina, arrancó su discurso de clausura de la novena Conferencia Industrial hablando sobre los piqueteros. Contra lo que podía esperarse, el industrial no empezó con ningún tema económico, sino que se centró en la relación entre los empresarios y las organizaciones sociales. A medida que iba endureciendo su reclamo de represión –aunque se cuidó de no usar esa palabra, amparándose en una amplia gama de eufemismos–, los industriales que colmaron el salón del hotel de Pilar aplaudieron con fuerza, como si fuera un desahogo.
En la mesa principal, especialmente invitados, estaban los presidentes de algunas otras cámaras empresarias, como Oscar Vicente (AEA) y Carlos De la Vega (Comercio). También pasaron por Pilar Mario Vicens (ABA) y dirigentes de la Sociedad Rural. Alvarez Gaiani cerró su discurso agradeciéndoles su presencia y haciendo pública la convocatoria a un trabajo conjunto de las entidades más poderosas, en una virtual reedición del Grupo de los Ocho de los años ‘90.
Néstor Kirchner, finalmente, no acudió al acto, a pesar de la solicitud personal que le hizo el presidente de la UIA el martes por la noche. En esa oportunidad, el industrial le anticipó el discurso que diría dos días más tarde. De acuerdo con fuentes oficiales y empresarias, ése habría sido el motivo por el cual el Presidente faltó a la cita. La dureza del mensaje de Alvarez Gaiani en relación con los piqueteros lo hubiera obligado a reabrir la polémica que mantuvo el fin de semana pasado con el matrimonio Duhalde. En su lugar, el ministro Julio De Vido se encargó de marcar diferencias, aunque en un posterior diálogo con la prensa, ya que en su discurso dejó pasar el tema.
El titular de la UIA se extendió en sus consideraciones sobre la protesta social. “Quiero señalar algunos aspectos que, a juicio de nuestra institución, constituyen las mayores urgencias reclamadas por la sociedad”, dijo a modo de introducción. Y luego señaló, en una de sus frases más polémicas, que “creemos necesaria una decidida y firme acción del Estado” contra los piqueteros. Después se quejó por “la proliferación de los actos de protesta” y advirtió que empiezan a ser “violentos e intimidatorios”.
Para terminar, Alvarez Gaiani se centró en otros dos conceptos. “Aceptar la legitimidad de los reclamos no significa resignar la vigencia de los derechos a la libre circulación de personas y bienes”, indicó en primer lugar, completando esa idea con que “mucho menos se puede consentir hechos que muchas veces aparecen como pretensiones de reemplazar las decisiones de gobiernos elegidos por la sociedad, por aspiraciones de agrupaciones infinitamente más reducidas”. “La mayoría merece un adecuado respeto a trabajar en paz”, resumió. La UIA, según Alvarez Gaiani, estaría representando el pensamiento de la mayoría de la sociedad.
La idea final que expresó el industrial fue que “si queremos contar con inversiones de envergadura, debemos ofrecer condiciones mínimas de seguridad”. “Hay que demostrar que consideramos al capital como un socio y no como un enemigo”, agregó. Alvarez Gaiani hizo un peligroso cruce entre la cuestión de los piqueteros y los problemas por la falta de seguridad. “Debemos señalar nuestra preocupación por el incremento de la inseguridad”, dijo, después de haber afirmado que continuar con los planes de asistencia social indefinidamente “implica el riesgo de reemplazar la cultura del trabajo por un sistema de asistencia contraproducente”.
De Vido evitó cualquier referencia a lo que había escuchado, leyendo ante los industriales el discurso que había llevado preparado. Después, ante las consultas periodísticas, el ministro de Planificación dio una breve declaración en respuesta a Alvarez Gaiani. “La inseguridad proviene del tremendo proceso de marginalidad al que fueron sometidos vastos sectores del pueblo argentino. Hay que generar políticas activas para desarrollar la producción y el trabajo, y de la mano de eso volveremos a ser el país que fuimos en materia de seguridad”, afirmó.
Más allá del debate sobre los piqueteros, Alvarez Gaiani retomó en su exposición un tema que viene poniendo a la consideración pública el ministro de Economía, Roberto Lavagna: el de la flexibilización laboral para las pymes. “Es preciso adoptar los mecanismos legales que doten a las pymes de un marco laboral, fiscal y económico que las aliente”, reclamó. Otros industriales que participaron de la Conferencia hicieron suya esa demanda. El presidente de la UIA también sostuvo que el tipo de cambio real iría descendiendo gradualmente, por lo que “será necesario diseñar las políticas que eviten las repercusiones negativas de este hecho”.
Pero la Conferencia Industrial será recordada por la presión de Alvarez Gaiani en contra de los piqueteros, así como hace tres años la Asociación de Bancos pidió reprimir la protesta social.