DEPORTES › EL EX NUMERO UNO AUSTRALIANO COLGO LA RAQUETA EN MELBOURNE

El último grito de Lleyton

Tras perder frente al español David Ferrer en el primer Grand Slam de la temporada, Hewitt abandonó el circuito ATP para dedicarse de lleno a la capitanía del equipo de Copa Davis de su país. Los más grandes tenistas le rendieron tributo.

El tenis despidió ayer a una de sus figuras de los últimos tiempos, el australiano Lleyton Hewitt, que a los 34 años puso punto final a su larga carrera fiel a su estilo guerrero y polémico. Ex número uno del mundo y campeón de dos Grand Slam, perdió en la segunda ronda del Abierto de Australia, delante de su público, rendido a su pies, ante el español David Ferrer por 6-2, 6-4 y 6-4.

Era obvio, ya que ahora ocupa el puesto 308 del ranking, que la carrera de Hewitt iba a terminar con una derrota y no con una victoria. Por eso, el resultado de ayer era lo de menos. Como dijo Ferrer una vez finalizado el encuentro: “Hoy es su día, no el mío”.

Sin llegar a llorar pero con los ojos vidriosos, Hewitt fue ovacionado por las casi 15.000 personas que llenaron la Rod Laver Arena para verlo dar sus últimos raquetazos y escuchar sus últimos “¡come on!”. Como siempre, Hewitt luchó cada punto hasta el final. “Es algo de lo que puedo estar orgulloso, di el ciento por ciento toda mi carrera”, señaló el australiano, que ya había anunciado que el primer Grand Slam de la temporada sería su último torneo como profesional.

“Gracias por todo lo que hiciste por el tenis”, señaló el suizo Roger Federer, campeón de 17 Grand Slam, en un video emitido en las pantallas de la cancha. “Siempre tuve algo especial contigo, eres una gran inspiración para mi tenis y mi mentalidad. Eres una gran referencia para todo el futuro. Gracias por tu pasión en la pista”, dijo por su parte el español Rafael Nadal, que tiene 14 grandes en su palmarés.

Uno de los hinchas más activos de la noche australiana en la cancha Rod Laver fue Cruz Hewitt, el hijo del jugador. Vestido con la misma camiseta que su padre llevaba en la pista (una con la bandera australiana), el niño de siete años agitó sin descanso un cartel con una foto de Hewitt y dos palabras: “Go dad!”.

Hewitt ganó 30 títulos a lo largo de su carrera, siendo los más importantes el US Open 2001, Wimbledon 2002 –venció en la final al cordobés David Nalbandian– y los Masters de aquellos dos años, en los que terminó como número uno del mundo. Además, en su palmarés aparecen dos títulos de Copa Davis (1999 y 2003).

El australiano alcanzó la cima del ranking por primera vez el 19 de noviembre de 2001, cuando apenas tenía 18 años y 268 días. Aún hoy es el más joven de la historia en escalar hasta el primer puesto, donde permaneció 80 semanas. Jugó además otras dos finales de Grand Slam, la del US Open 2004 y la de Australia 2005. Después sufri varias lesiones y fue teniendo altibajos en el ranking, pero siguió ganando títulos.

Su última corona llegó en julio de 2014, en Newport. Con esos datos, es normal que sea un ídolo en Australia, un país que respira tenis. Además, es el último jugador australiano en haber llegado al número uno y tan sólo el tercero en la Era Abierta, después de John Newcombe (ocho semanas en 1974) y Patrick Rafter (una semana en 1999). “Me siento un afortunado por haber podido acabar mi carrera delante de mi público”, indicó.

A pesar del empuje de los hinchas, Hewitt apenas tuvo opciones ante Ferrer, un jugador de su estilo, táctico y aguerrido. Hubo emoción en las tribunas y tensión en la cancha. “Eres un maldito idiota”, le espetó Hewitt, hombre con tantos amigos como enemigos en los vestuarios por sus gestos y aspavientos, al árbitro después de una amonestación.

El australiano seguirá ligado al tenis, ya que en octubre de 2015 se convirtió en el nuevo capitán del equipo de Copa Davis de su país.

La jornada, opacada por Hewitt, no dejó ninguna sorpresa: todos los favoritos avanzaron sin excesivos problemas. El británico Andy Murray logró su décimo séptima victoria consecutiva sobre rivales australianos al vencer a Sam Groth por 6-0, 6-4 y 6-1; el suizo Stanislas Wawrinka, por su parte, batió por 6-2, 6-3 y 6-4 al checo Radek Stepanek. También avanzaron ayer a tercera ronda el estadounidense John Isner y el canadiense Milos Raonic, entre otros.

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Lleyton Hewitt, guerrero y provocador, ayer le gritó “imbécil” al árbitro.
Imagen: AFP
 
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