Martes, 23 de agosto de 2016 | Hoy
DEPORTES › UNA MIRADA A LOS VENCEDORES Y VENCIDOS EN LOS JUEGOS OLíMPICOS
Se apagó el pebetero en la Cidade Maravilhosa. Brasil llegó al oro de la mano de Neymar, en tanto Usain Bolt y Michael Phelps llenaron de gloria sus retiros. El escándalo extradeportivo de Ryan Lochte y las performances de la Selección Argentina y Novak Djokovic, sus contracaras.
Luego de las imponentes ceremonias de inauguración y cierre, todo concluyó en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Mientras la llama del pebetero estuvo encendida, la alegría y la decepción sólo estuvieron separadas, como en otras tantas citas olímpicas, por centésimas, milímetros y algo de fortuna. Con éxitos previsibles (Usain Bolt, Michael Phelps) y defecciones inesperadas (Novak Djokovic), luces y sombras –individuales y colectivas– de la fiesta olímpica carioca.
- Usain Bolt. Tres carreras, tres oros y otros Juegos perfectos para la superestrella del atletismo, pese a las dudas por una lesión muscular. Adorado por el público brasileño que llenó el Engenhão sólo para verlo, el corredor jamaiquino se impuso claramente en los 100 metros, en los 200 y en la posta 4x100 con su país para enlazar su tercer “trébol” dorado consecutivo, un hito sin precedentes. Es cierto que no pudo batir sus –hasta la fecha– inalcanzables records mundiales; pero con los nueve oros que obtuvo, el atleta de 30 años se despide por la puerta grande del olimpismo.
- Michael Phelps. A sus 31 años y tras haber regresado del retiro, Phelps tuvo su despedida con gloria. Además de ser por primera vez el abanderado estadounidense en la ceremonia inaugural, el nadador añadió cinco oros más a su colección para extender a 23 su tremendo record de títulos olímpicos y a 28 el total de medallas. Ganó el 200 mariposa, el 200 combinado y los relevos 4x100 y 4x200 libre y 4x100 combinado. Sólo falló en el 100 mariposa, donde se colgó una desacostumbrada presea de plata compartida con Chad Le Clos y Laszlo Cseh. Y todo eso después de pasar momentos difíciles con su internación por sus problemas con el alcohol y la exclusión del Mundial de Kazán. “Es la manera perfecta de terminar”, resumió Phelps.
- Simone Biles. En su primera participación en Juegos Olímpicos, la gimnasta estadounidense de 19 años y 1,45 metro se convirtió en una de las grandes estrellas de Río. Ganó cuatro oros –concurso general individual, caballo de salto, suelo y prueba por equipos– para igualar los records de la soviética Larissa Latynina, la húngara Agnes Keleti, la checa Vera Caslavska y la rumana Ecaterina Szabo, únicas gimnastas capaces de lograr tantos éxitos en los mismos Juegos. Sólo se le escapó el triunfo en la barra de equilibrio, donde fue bronce. Por momentos hizo recordar a la mítica Nadia Comaneci. Y cumplió el sueño de ser abanderada en la ceremonia de clausura.
- Neymar. Fue el principal factótum de la mayor alegría brasileña en Río 2016. Gracias a él, Brasil pudo conquistar por primera vez el oro olímpico del fútbol. Criticado en el inicio del torneo y cuestionada su capitanía, el crack de Barcelona apareció cuando más se lo necesitaba. Anotó un doblete en la semifinal ante Honduras y en la final con Alemania fue el héroe al convertir primero un golazo de tiro libre y luego el tanto decisivo de la tanda de penales. El oro fue un gran desahogo para el golpeado Scracht y sobre todo para Neymar, que lloró como un niño en el Maracaná y dijo que devolvía la cinta de capitán.
- Justin Gatlin. Eterna sombra de Bolt, Gatlin tuvo unos Juegos para el olvido. En los 100 metros fue sobrepasado con total claridad por Bolt y debió conformarse con la plata. En los 200 quedó sorpresivamente eliminado en la semifinal y en los relevos 4x100 fue descalificado con Estados Unidos tras haber cruzado la meta en tercer lugar. A sus 34 años, el cuerpo de Gatlin empieza a decir basta y además tuvo que soportar algunos abucheos del público brasileño, que censuró su pasado de doping y apoyó sin rodeos a Bolt.
- Novak Djokovic (Tenis). Convertido en una máquina implacable de ganar en el circuito, Nole abandonó Río bañado en lágrimas y no precisamente de alegría. El Nº 1 del tenis sucumbió en la primera ronda ante Juan Martín del Potro, perdió en la segunda del dobles junto a Nenad Zimonjic ante los brasileños Marcelo Melo y Bruno Suares, y luego anunció que no competiría en dobles mixtos. Djokovic buscaba en Brasil el único título que falta en sus vitrinas. “Hubiera sido uno de los mayores logros de mi carrera”, se sinceró, abatido porque no pudo darle a Serbia una medalla. Su revancha olímpica tal vez llegue en 2020.
- Ryan Lochte. Fue la contracara de Phelps. Su paso por Río será recordado por el escándalo que protagonizó fuera de la piscina. Tras una noche de fiesta con sus compañeros, el seis veces campeón olímpico aseguró que fue asaltado a punta de pistola. Una investigación policial determinó que nada de eso ocurrió y que cometió una serie de actos vandálicos en una gasolinera. Lochte pidió disculpas y admitió haber exagerado su relato sobre la situación, aunque eso tal vez no alcance para evitar una sanción de la federación estadounidense.
- Argentina. Luego del portazo que diera a la Selección el entrenador Gerardo Martino, dado que los jugadores convocados en vísperas de la cita olímpica de Río no eran cedidos por sus clubes, desde la AFA se siguió improvisando a conciencia. Y entre gallos y medianoche se designó como técnico a Julio Olarticoechea, quien hasta entonces entrenaba el fútbol femenino. No obstante, la desorganización, las prácticas en condiciones penosas y una táctica fallida derrumbaron un sueño que devino pesadilla. La chance de conseguir un título nacional en tierras brasileñas quedó archivada, tal vez para siempre.
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