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El andar de Guillermo Coria es cada día más sólido. El santafesino, número cuatro del ranking mundial, llegó a una nueva final. Nada más y nada menos que a la de Montecarlo, que reparte 2.450.000 euros en premios, objetivo que logró por segundo año consecutivo. En una gran demostración tenística, ayer le ganó por 6-4, 1-6, 6-3 al ex número uno del mundo, el ruso Marat Safin, en un partido complicado que, finalmente, terminó resolviendo con mucha seguridad para sumar su vigesimoquinta victoria consecutiva sobre polvo de ladrillo. A partir de las 9.30 buscará el título ante el alemán Rainer Schuettler, que ayer superó al español Carlos Moyá. El partido será televisado en directo por ESPN.
El andar del Mago sigue siendo arrollador. Por más que esta semana tenía encima la presión de defender los puntos de la final a la que había arribado el año anterior, su mentalidad ganadora le posibilitó repetir una tarea espectacular. Ayer soportó un mal momento en el segundo set, cuando cometió 12 errores no forzados de los 20 que hizo a lo largo de la semifinal, pero luego se recuperó con un tercer parcial jugado con mucha inteligencia. Así estiró su serie increíble de 25 victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo. “Lograr la continuidad de esta racha es muy importante para mí. Lo único que me falta es lograr el triunfo en torneos grandes y así considerarme definitivamente como uno de los mejores jugadores del mundo sobre esta superficie”, indicó el tenista argentino, que desde que cayó ante el holandés Martin Verkerk en la semifinal de Roland Garros del año pasado que no pierde un partido sobre arcilla.
En el encuentro de ayer, la premisa de Coria fue jugar muy profundo, para que Safin tuviera que moverse y no contara con la chance de adueñarse del centro de la cancha. Los ángulos que conseguía el santafesino se transformaron en la otra clave de la victoria. Salvo en el segundo set, cuando no encontró justeza en sus golpes y cometió demasiados errores, Coria dominó el partido, más allá de las dificultades que tuvo para poder quebrarle el servicio a Safin.
Para adjudicarse el torneo, Coria deberá superar en la final al alemán Rainer Schuettler, cuarto favorito, que venció 7-6, 6-4 al español Carlos Moyá. El historial entre ambos está igualado 1-1, luego de que el argentino se impusiera en el primer enfrentamiento 6-4, 6-2, 6-3 en Roland Garros 2002, mientras que el alemán se tomó revancha en el Masters de Houston, sobre cemento, al ganar 6-3, 4-6, 6-2. “Es un jugador muy peligroso. Las veces que me lo he enfrentado siempre tuve que jugar con mucha profundidad para mantener la presión sobre él. Nunca podía bajar la guardia”, señaló Coria sobre su rival de hoy. En caso de celebrar el título, para el nacido en Rufino será el octavo torneo de su carrera, el segundo en un Masters Series. Además embolsará un cheque de 396 mil euros.