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El Comité de Seguridad Deportiva levantó ayer el veto a la cancha de Boca, que estaba suspendida por irregularidades ocurridas en el superclásico ante River, por lo que el equipo de Carlos Bianchi podrá jugar el próximo sábado ante Arsenal en la Bombonera en el encuentro de la decimosexta fecha del Clausura. La medida fue resuelta tras una reunión de la que participaron el titular del Programa de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos (Prosef), Javier Castrilli, y el vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio. Pero no todas fueron buenas para el club, ya que de manera paralela el juez de instrucción Mariano Bergés decidió procesar y embargar por 50 mil pesos al secretario de la institución, Luis Buzio, a quien acusa de integrar una asociación ilícita dedicada a la comercialización de entradas falsas. Además, por ese motivo también investigará al presidente del club, Mauricio Macri.
Pompilio presentó un plan con mejoras para poder acelerar el levantamiento del veto y el Comité de Seguridad dio el visto bueno correspondiente. Según informó Castrilli en conferencia de prensa, Boca se comprometió a un perfeccionamiento del dispositivo de seguridad, del sistema de emisión de entradas, del sistema de reparto de las entradas de protocolo, del ingreso de los hinchas y de la infraestructura para evitar que los hinchas salten de tribuna a tribuna. Además, el ex árbitro reiteró que los dos próximos superclásicos de las semifinales de la Copa Libertadores deberán jugarse en horario vespertino por razones de seguridad.
Pero si bien por un lado la noticia de la habilitación de la cancha generó satisfacción, en el club causó mucho malestar la resolución del juez Bergés, que procesó a Buzio como supuesto integrante de una asociación ilícita dedicada a la venta de localidades falsificadas. Además le trabó un embargo por 50 mil pesos y dispuso investigar a Macri por la misma razón. “Lo de la asociación ilícita es un despropósito. A Bergés le voy a responder en la Justicia, después de analizar con el resto de la Comisión Directiva esta situación y los pasos a seguir”, aseguró Macri.
Bergés también procesó, aunque con prisión preventiva, a los barrabravas Santiago Lancry y Raúl Sala, y les impuso embargos por 10 mil pesos a cada uno, según informaron fuentes judiciales. La resolución incluyó también a Guillermo Carminaro, Sergio Rebequi y Guillermo Seisdedos, todos como integrantes de asociación ilícita y autores de coacción. En el caso de Lancry y Sala, se les aplicó la prisión preventiva porque ambos ya estaban procesados en una causa anterior que también lleva adelante Bergés.