[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El gol de Antonio Cassano en el tercer minuto de descuento, el tanto que le daba la victoria 2-1 a Italia sobre Bulgaria, en Guimaraes, en la última fecha del Grupo C de la Eurocopa de Portugal, se lloró más de lo que se festejó. Es que dos minutos antes, en Oporto, Matthias Jonson anotó el gol del empate 2-2 de Suecia ante Dinamarca y, de esa manera, condenaron a los italianos a la eliminación, en una jornada que terminó plagada de sospechas. Con esos resultados, Suecia, Dinamarca e Italia terminaron con cinco puntos, pero suecos (+5) y daneses (+2) superaron a los peninsulares (+1) por diferencia de gol.
Se sabía desde el arranque que un empate 2-2 entre los equipos nórdicos sellaría la suerte de Italia, que debía ganar esperando que hubiera un vencedor en Porto, para aspirar a clasificarse. Pero los hinchas escandinavos llevaron muchos carteles al estadio pidiendo la igualdad en dos tantos, y sobre el final, un rechazo defectuoso del arquero Sorensen permitió a Jonson anotar el empate que las tribunas celebraron.
Enseguida se encendió la mecha de la sospecha. “¡Fue una vergüenza! –reaccionó el arquero italiano Gianluigi Buffon–. ¡Un pésimo ejemplo para los niños! No puedo creerlo, dos países tan orgullosos de su ‘fair-play’ que empaten 2-2.” Indignado, el arquero de la Juventus relató: “Después del gol de Cassano, me di vuelta para festejar con los ‘tifossi’ y vi en sus rostros el resultado del otro partido. Fue una gran decepción. Alguien debe tener vergüenza esta noche y no somos nosotros”, completó el golero.
“Hay riesgo de hablar de más cuando se está así de amargado y podría decir cosas que después lamentaría”, señaló Simone Perrota, autor del primer gol. “Quedar eliminados sin perder un partido, con cinco puntos, es algo que me amarga. Es difícil terminar terceros de un grupo detrás de dos equipos inferiores al nuestro”, afirmó Alessandro Nesta.
El entrenador de Italia, Giovanni Trapattoni, prefirió agradecerles a sus jugadores antes que sembrar discordias. “En el plano deportivo la respuesta que ha dado el equipo a mí me satisfizo –aclaró–. Nosotros hoy cumplimos con nuestro deber, hicimos nuestro trabajo, nos fuimos con la cabeza bien alta. Miren el partido entre Suecia y Dinamarca...”
Trapattoni insistió ante las preguntas: “Estoy persuadido de que la ética existe en el deporte. El resto sólo son sospechas. Dejo eso a las personas que vieron el otro partido. Personalmente, no tengo ninguna sospecha”, aseguró.
En Porto, los entrenadores de Dinamarca y Suecia reaccionaron, en la conferencia de prensa posterior al partido, ante los rumores de que el resultado del encuentro había sido arreglado. “Todos los que vieron el partido van a catalogar a esas acusaciones como ridículas y yo no voy a responder más a esas preguntas. Nosotros queríamos ganar este partido”, dijo, irritado, el entrenador danés, Morten Olsen.
También Jon Dahl Tommasson, autor de los dos goles de Dinamarca, descartó esa posibilidad. “Si miran las imágenes de los últimos minutos del partido, se darán cuenta de que buscábamos ganarlo.”
Lo mismo opinó el seleccionador sueco Lars Lagerbaeck: “Si Trapattoni mira el video del encuentro, verá que fue un duelo muy duro. Italia, antes de lamentarse, lo que tenía que haber hecho era ganar otro partido más”.
El Grupo D termina esta tarde con los encuentros Alemania-República Checa y Holanda-Letonia. Con los checos ya clasificados, hoy puede haber otra sorpresa.