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La “silla eléctrica” en la que parecen sentarse los directores técnicos de Primera, en lugar del banco de suplentes, volvió a cobrarse una nueva víctima, que pudieron ser tres. Ayer presentaron las renuncias a sus cargos de entrenadores Sergio Batista, en Argentinos; Alfio Basile, en Colón, y Julio Falcioni en Banfield, aunque los dos últimos fueron convencidos por los directivos para continuar en sus cargos. De todas maneras, con la renuncia de Batista siendo efectiva, el torneo Apertura mantiene un curioso promedio: un entrenador que deja de trabajar cada dos partidos.
Batista abandonó su puesto a partir de la derrota 1-0 ante Quilmes, el último miércoles; Falcioni lo hizo, curiosamente, después de ganarle a Almagro (ver aparte), y la misma determinación efectuó ayer Basile, después que los santafesinos fueron vencidos 1-0 por Lanús. Los primeros dos alejamientos del torneo se produjeron cuando apenas se habían disputado dos partidos. El uruguayo Víctor Púa se despidió de Central luego de perder 1-0 el clásico rosarino ante Newell’s, y Néstor Gorosito se fue de San Lorenzo cuando el equipo cayó 3-0 ante Boca. Púa fue reemplazado por Angel Tulio Zof y el lugar de Gorosito fue ocupado por Veira.
“Uno sabe que el fútbol es así. Hay cosas que la gente no se da cuenta, que recién se asciende y lleva tiempo adaptarse a la categoría. Pero a la larga sé que va a llegar el reconocimiento hacia mi persona”, dijo Batista en su despedida. El miércoles a la noche, aun después de la derrota frente a Quilmes, negaba la posibilidad: “Yo voy a dirigir el partido contra Almagro y recién después me voy a sentar con los dirigentes”. Ayer al mediodía, esas palabras sonaban huecas.
Inmediatamente, Argentinos selló la contratación de otro hombre con historia en la institución: Osvaldo Sosa. Hasta el momento, Argentinos perdió seis de los siete partidos que se disputaron, suma sólo tres puntos y ocupa la última posición junto al Huracán tresarroyense.
Los dirigentes y los jugadores de Colón lograron dar vuelta la decisión de Basile, que se había molestado mucho por la actitud que exhibieron algunos jugadores en el partido ante Lanús, y por esa razón no dirigió ayer la práctica. Fuertes, Moreno y Fabianesi, Garcé y los colombianos Bedoya, Hernández y Grisales fueron a verlo al hotel donde se hospeda, y los dirigentes prometieron hacer algunos ajustes (por ejemplo, no viajar siempre en micro) para convencerlo de que dirija al equipo contra San Lorenzo.
Otros entrenadores que se encuentran en una situación comprometida son Eduardo Anzarda en Huracán de Tres Arroyos, Juan José López en Olimpo y la dupla integrada por Enrique Hrabina y Juan Amador Sánchez en Almagro.