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Con la presencia de sus dos primeros refuerzos, Horacio Ameli y Federico Domínguez, River volvió a las prácticas con vistas a los torneos de verano y con la mente ya puesta en la Copa Libertadores, “la gran obsesión” del plantel que conduce Leonardo Astrada. Mientras tanto, los dirigentes continúan con las tratativas para conseguir nuevas incorporaciones, aunque todo está supeditado a que se concrete el megapase de Javier Mascherano, Maximiliano López y Luis González. A partir de ello se podrían producir las incorporaciones de Ariel Ortega y Ernesto Farías.
Es claro que el objetivo de River para el primer semestre es la Copa Libertadores. Y así lo entienden los dos refuerzos, que coincidieron en la necesidad de obtener ese certamen. “No es contraproducente que pensar en alcanzar la Copa Libertadores sea una obsesión, porque este equipo está a la altura de ganarla”, aseguró Ameli, que vuelve al club luego de un frustrante pase por el América de México. “Espero ser el mismo de antes de irme del club y dar todo, como lo hice cuando me tocó estar en otras instituciones”, dijo el ex jugador de San Lorenzo.
A su turno, Domínguez expresó su alegría por haber acordado su llegada a River. “Es lindo poder venir a River al margen de ser hincha, porque tenés que tener condiciones para que te llamen”, sostuvo el ex defensor de Vélez e Independiente. Y a pesar de recién cumplir ayer su primer entrenamiento como jugador del club, el lateral izquierdo dejó en claro que ya sabe la obsesión de los hinchas por la Libertadores. “Ese título es un logro internacional que necesitamos tanto los jugadores como la institución. De más chico me tocó compartir una vuelta olímpica con Vélez y es algo que ahora quiero repetir como jugador de River”, señaló Domínguez.