Viernes, 27 de enero de 2006 | Hoy
DEPORTES › GOLEADA 6-0 SOBRE EL DEBIL ORIENTE PETROLERO DE BOLIVIA
Santana, Montenegro, Gallardo (dos de penal), Farías y San Martín anotaron en el debut en la Copa Libertadores. Gallardo se fue lesionado.
Fue la noche soñada de todos los riverplatenses después de la crisis que derivó en la llegada de Daniel Passarella para entrenar al plantel. River le hizo seis goles a Oriente Petrolero en un estimulante debut en la Copa Libertadores y la revancha del jueves próximo en Santa Cruz de la Sierra seguramente lo confirmará para jugar la fase regular del torneo.
Desde el arranque, River se mostró como un equipo prolijo, que cortaba y salía jugando rápido, pero sin apurarse, con el concurso sistemático de sus laterales que se adelantaban sumándose al ataque, especialmente en el caso de Ferrari. Sorprendido por el planteo local, el equipo boliviano se vio superado y sin posibilidades de emparejar el trámite.
El 0-0 le duró menos de 20 minutos: Santana avanzó por la derecha –la franja del terreno por la que River atacaba preferentemente– y sin marca se animó a darle desde afuera del área. Sacó un bombazo, como contra Boca: fue el 1-0.
En dos minutos, River liquidó el partido. Un error de Limbert Gutiérrez en el borde del área permitió que Montenegro capturara el balón en la medialuna, con un amague desairara a Espínola y de derecha la clavara junto al palo izquierdo del arquero Galarza. Al ratito, un contragolpe por derecha terminó en un centro atrás que Farías conectó de zurda; entre la pelota y el gol se interpuso el brazo de Espínola, un penal que Gallardo transformó en el tercer gol con un remate bajo, al palo derecho.
Aunque Gallardo era intermitente, Montenegro apareció lo justo y con provecho, como cuando sacó otro remate fuera del área y Farías, paradito en el borde del área chica, desvió la pelota para anotar el cuarto gol.
Patiño volanteó sin mucho peso porque el juego pasaba por la derecha, donde se destacaban Ferrari y Santana, más Ahumada colaborando en el medio. El 4-0 de la primera mitad sonó definitivo, y no parecía del todo exagerado, teniendo en cuenta las diferencias de rendimiento entre un equipo que se sintió protagonista y otro, como lo probó San Martín, aprovechando un rebote a los 50 segundos del segundo tiempo. Antes de salir con un tirón, aplaudido por la gente, Gallardo cerró la cuenta con otro remate desde los once metros, en este caso tras una falta que el árbitro Selman vio dentro del área.
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