Julio Grondona está contento, distendido, sentado cómodamente después de presentar aquí el Tour del Trofeo de la Copa Mundial de FIFA. Muy cerca está su esposa, Nélida, presidenta de la Comisión de Damas de la AFA, quien espera que termine el mano a mano con Página/12, el último de una larga serie de notas.

–¿Piensa que la Argentina puede ganar esta Copa?

–Por eso competimos y eso sería el gusto de todos. Pero, lógicamente, tendrá que ser a su tiempo y armoniosamente, como decía el General...

–¿Cuáles son para usted los rivales más difíciles?

–Hay que jugar con todos, tenemos que estar bien y saber bien con quién jugamos. Tenemos que conocer al contrario como él nos conoce a nosotros. Y no decir “yo me fijo en lo mío y no en los demás”. El que dice eso pierde.

–¿Qué es lo que más le entusiasma de esta Selección?

–La cantidad de pibes que tenés, que juegan muy bien al fútbol y que saben jugar. Porque por ahí hay un detalle: el fútbol es como el ajedrez, hay que saber jugar. Con la pelotita podés jugar en el jardín del fondo, pero hay que saber jugar, saber qué es un equipo.

–¿Esa sería la clave?

–En un equipo tiene que haber solidaridad con el otro. Si uno no ocupa el lugar que le corresponde o no lo ayudan sus compañeros, me parece que no es fácil. Nosotros eso lo tenemos muy superado. Distinto era en el ’86, que había que entender que las cosas habían cambiado y nos costaba mucho.

–¿Qué representa para usted este nuevo mundial?

–Para mí, cada mundial es como si fuera el primero. Aunque cada vez las responsabilidades son mayores. Aquel que interviene por primera vez va más tranquilo, pero el que tiene toda una historia tiene que demostrar y hacer que los partidos se terminen lo antes posible. Lo que se tiene, lo que ya está logrado, hay que defenderlo o aumentarlo, pero no bajarlo.

–¿Cómo evalúa hoy lo que pasó en el 2002?

–En el balance de los últimos 25 años fueron muchos los éxitos y es difícil seguir manteniendo todo esto, porque el adversario también aprende. Saben, te ven por televisión, conocen cómo jugás, no es fácil. Por eso digo que después de pasar la primera ronda sería un desahogo. Podríamos decir que lo que nos pasó antes fue una cosa del destino.

–¿Qué cree que necesita la Selección para mantener su lugar?

–Tiene que tener atención. Tiene que estar completamente preocupada, consciente de lo que está haciendo, no puede tener distracciones. Hay muchas cosas importantes que no podés descuidar. Esa es la realidad.

–¿Qué jugador de fútbol le gustaría ver en Alemania?

–El que me deslumbró es Messi. Ese famoso gol de zurda (contra España 3-1 en el Mundial Sub-20) me hizo levantar los brazos, y yo no soy de hacer ninguna acción por el gol. Eso, que seguramente no fue correcto como vicepresidente de FIFA, indica para mí que algo pasaba.

–¿Y Palacio, Gago o Agüero, digamos, del fútbol local?

–También son dignos de ver. Hay muchos chicos. La AFA, al conformar el predio de Ezeiza, hizo la incubadora del fútbol argentino. Desde que Pekerman formó esto, permanentemente nacen pollitos.

–¿Cuáles son sus candidatos?

–Brasil y algunos más.

–¿Le gustaría que Maradona acompañe al equipo en Alemania?

–El es la Selección. Me gustaría ver a Maradona en todos los partidos; como puede estar el presidente de la AFA, él también puede estar. El nació conmigo en el ’79, después yo seguí porque no jugué al fútbol, si no, ya me hubieran echado.