“En la cancha estaba mal porque no podía seguir. Ahora estoy mal porque sé que tengo que estar varias semanas parado”: la tristeza de Lionel Messi tiene una explicación de cuatro centímetros de longitud, el tamaño del desgarro en el bíceps femoral de la pierna derecha, por lo que deberá estar inactivo hasta, por lo menos, un mes, pero podría extenderse. Messi recibió una velada crítica de su entrenador, el holandés Frank Rijkaard.

“No me gusta estar lesionado, sino entrenando y jugando –dijo ayer el jugador argentino tras la revisión médica a que lo sometieron–. Esto es feo, ahora tengo que pensar en estar bien lo antes posible.” El delantero de la Selección salió lesionado a los 27 minutos del partido entre el Barcelona y el Chelsea, por la Champions League, el martes.

Messi se retiró del campo de juego entre lágrimas, pensando que quizá la lesión fuera lo suficientemente grave para hacer peligrar su participación en el Mundial de Alemania. Sin embargo, y dentro de la fatalidad, respiró con cierto alivio al saber que su dolencia es más leve de lo pensado en un principio.

Según Lluis Tikl, jefe de los servicios médicos de Barcelona, “la exploración médica y la ecografía que realizamos al jugador confirmaron el diagnóstico de ruptura fibrilar de cuatro centímetros en el bíceps femoral de la pierna derecha, que estimamos tendrá una recuperación de entre cuatro y seis semanas”.

De acuerdo con la prescripción médica, durante el período de recuperación Messi recibirá antiinflamatorios y relajantes musculares en la zona lesionada para cicatrizar la ruptura del músculo. La segunda parte de la terapia se centrará en recuperar la función muscular.

Esta fue la segunda lesión del mismo tipo que sufrió Messi en el último mes: se había lesionado en la misma zona durante un partido ante el Atlético Madrid, el pasado 5 de febrero. “Es el mismo músculo, pero no la misma lesión”, afirmó el jefe de los servicios médicos del Barcelona, quien precisó que, de acuerdo con las pruebas practicadas, “la anterior lesión está cerrada y la nueva es algo más grande. Por eso prevemos una recuperación más larga”. Messi podría reaparecer el 5 de abril.

“En una jugada con (William) Gallas en la que choqué con él ya noté un primer pinchazo”, explicó el rosarino, quien continuó en el césped del Camp Nou hasta que en la siguiente jugada frente a (Arjen) Robben advirtió “que no podía continuar”, agregó.

El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, cree que la lesión de Messi en parte “fue fruto de la impaciencia del jugador, ya que sintió un pinchazo pero no comunicó el dolor hasta que no se rompió del todo”. Para el holandés, “Messi es un jugador muy joven, que está muy metido en el partido, y con muchas ganas de demostrar su calidad. No es que no sepa dosificar, pero al estar en un momento tan dulce y de euforia, muchas veces se puede romper porque está forzando”.