DEPORTES › GRONDONA APUESTA POR UNA SOLA CARA

Dados cargados

Las cinco razones de Grondona para elegir a Pekerman para la Selección Nacional. Es un “hombre suyo” al que le cree, de bajo perfil no conflictivo, que conoce a los jugadores que vienen y no tiene contraindicaciones, como otros.

Por G.V. y A.G.

El elegido de Julio Grondona ya está. Si José Pekerman acepta el ofrecimiento que en breve le hará el titular de la AFA, el actual coordinador de las selecciones será el reemplazante de Marcelo Bielsa. Por más que Grondona no tiene ningún apuro en resolver la cuestión, todos los caminos conducen a Pekerman. De cualquier manera que se tiren los dados, aparece siempre la misma cara: cinco veces Pekerman, cinco razones para que sea una fija.

1. El hallazgo. Cuando Grondona nombró a Pekerman como director técnico de las Selecciones Juveniles, desde todos los medios llovieron las críticas por la designación. Postergaba a entrenadores reconocidos, no tenía grandes antecedentes, ni siquiera venía de trabajar en el país. Por ello, Grondona considera a Pekerman como un auténtico hallazgo suyo. Es un motivo de orgullo, ya que fue el primero en reconocer las virtudes de Pekerman, mucho antes que la prensa se rindiera ante los logros del entrenador. Por eso, por más que en la intimidad Pekerman no sea el técnico que más lo entusiasma, es el elegido. “Me voy a tomar un tiempo, nadie me va a llevar de las narices. Pero tengo fe en José, él empezó con esto y bien puede continuarlo”, afirmó Grondona desde Japón.

2. El perfil. Una de las principales razones que lleva a Grondona a inclinarse por Pekerman tiene que ver con el bajo perfil con que se maneja el actual coordinador de selecciones. En los casi ocho años que lleva relacionado con la AFA, Pekerman nunca generó un conflicto, ni se metió en ninguna polémica, a pesar de las críticas o cuestionamientos que se le hicieron. Ese comportamiento es muy valorado por Grondona, ya que no se olvida de los inconvenientes que se le presentaron en la etapa de Daniel Passarella, cuando las peleas con la prensa eran casi diarias. Otro factor que motivó las simpatías del presidente de la AFA fue la actitud que asumió Pekerman cuando le pesificaron su contrato. Sin reproches, José aceptó las nuevas reglas sin quejarse. También es un indicio de que las pretensiones económicas de Pekerman no serían tan elevadas como las de cualquiera de los otros candidatos, con más renombre y trayectoria.

3. La confianza. Una muestra de la confianza que tiene Grondona depositada en Pekerman se vio tras la eliminación del equipo argentino en Japón. Luego del empate en Miyagi ante los suecos, en la primera reunión en el J–Village para definir los pasos a seguir, Don Julio se juntó con el presidente de River, José María Aguilar; el vicepresidente segundo de Boca, Roberto Digón; el secretario de AFA, José Luis Meizner; y con Pekerman. Allí evaluaron la labor de Bielsa, las errores cometidos y comenzaron a idear el futuro. Es un indicio muy fuerte que de ese cónclave haya participado Pekerman.

4. Los otros. Más allá de los pergaminos de Pekerman, su candidatura también se beneficia por las trabas que se les presentan a sus potenciales adversarios. El principal favorito de la gente es Carlos Bianchi, ganador en toda encuesta que se lleve a cabo por estos días. Sin embargo, allegados a Grondona aseguran que Bianchi nunca sería elegido para evitar inconvenientes con la dirigencia de Boca. Luego de la polémica salida de Bianchi del club, la relación entre el técnico y el presidente de Boca, Mauricio Macri, quedó deteriorada, por lo que una eventual designación abriría un nuevo foco de conflicto. La candidatura de Oscar Ruggeri tiene más que ver con lobby periodístico que con posibilidades reales ya que, según una fuente que se encuentra en Japón junto a Grondona, el ex capitán de la Selección “no tiene ninguna chance”. Héctor Cúper, otro potencial adversario, no cuenta con gran consenso entre los dirigentes ni con la prensa, mientras que Carlos Bilardo se automarginó del cargo. El resto de los nombres no aparenta tener demasiado peso.

5. Sus jugadores. Cuando en 1998 Pekerman prefirió dar un paso al costado y dejar el lugar a Marcelo Bielsa, la justificación que brindó tuvo que ver con el desconocimiento de los jugadores que debía dirigir. Ahora esa razón ya no cuenta. Para el Mundial 2006, la mayoría de los jugadores menores de 30 años habrán pasado por sus manos. Desde la generación que encabezaba Juan Pablo Sorin en Qatar ‘95, la siguiente en la que surgieron Walter Samuel, Diego Placente o Pablo Aimar en Malasia ‘97 o la que se consagró en Buenos Aires el año pasado con Javier Saviola y Andrés D’Alessandro como abanderados, a todos esos potenciales convocados Pekerman los conoce y los dirigió. Es otro punto que no debe dejarse pasar por alto.

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