Argentina vio frustrada su condición de gran favorito en la Copa Mundial de Tenis por equipos que se disputa en Düsseldorf, al dar un paso en falso y caer 2-1 en el debut ante la República Checa, tras sendas derrotas en singles de Gastón Gaudio y David Nalbandian. En cambio, Croacia, campeón de la Copa Davis, subrayó sus ambiciones al vencer en un duelo de alto nivel a Estados Unidos por 2-1. Argentina, en el Grupo Rojo, reeditará hoy la final del torneo del año pasado contra Alemania, final que ganaron los anfitriones (televisa Fox Sports).

La sorpresa de la jornada fueron las derrotas en los dos partidos de individuales del equipo argentino frente a rivales que están muy alejados en el ranking mundial y que no son especialistas en la superficie de polvo de ladrillo en la que se juega en el torneo de las ocho naciones, en el Rochusclub de Düesseldorf.

Gaudio, décimo del ranking, hizo una pésima apertura ante Robien Vik, 67º del mundo, y se fue derrotado en dos sets, 7-6 (7-5) y 6-3. Gaudio, el orgulloso campeón de Roland Garros de hace dos años, mostró toda su impotencia en la cancha, y después, cuando se le preguntó qué es lo que le estaba pasando. “Me siento mal en la cancha, me falta todo, no tengo explicación”, fue lo que dijo, visiblemente frustrado, riguroso consigo mismo. En esta temporada, Vik, su verdugo, había jugado apenas cinco partidos sobre polvo de ladrillo, de los cuales sólo ganó dos.

El primer set se mantuvo nivelado y se definió en el tie-break, lo que para Gaudio, ante un rival de esta categoría en esa superficie, era ya un muy mal comienzo, y lo exteriorizó criticándose en voz alta por lo mal que estaba jugando. “Me frustré de entrada, bajé de nivel y eso que ya había empezado muy mal”, fue el análisis posterior.

Pero el segundo set fue peor. Vik llegó a sacar una ventaja de 5-0 en poco más de un cuarto de hora, en la que Gaudio había perdido no sólo las ganas de jugar, sino incluso las de protestar. Parecía deambular por la cancha con los ojos perdidos y la mente desierta. “Es que no me siento bien en la cancha, no disfruto para nada entrar a jugar”, fue el reconocimiento del diez del mundo, que viene recogiendo resultados frustrantes, eliminado en segunda ronda en Hamburgo y en primera en Roma.

Preguntado en qué aspecto debía mejorar, la respuesta fue contundente: “En todo, me falta todo, en saque, en revés, en drive, en todo lo que significa tenis, me siento mal, tengo que aprender todo de nuevo.” El problema es más que eso, porque Gaudio reconoce que ni siquiera ganando le vuelve el entusiasmo. “Sí, puedo ganar algún partido, pero si lo hago jugando mal, no lo disfruto”, se sinceró la segunda raqueta argentina. ¿Y los motivos de esta frustración, del bajo nivel?: “No lo sé, no hay razones, no las conozco”.

Hoy volverá a estar en la cancha, esta vez en la central, enfrentando al 13º del mundo, el alemán Nicolas Kiefer. “Si me ponen a jugar, voy y juego, pero la verdad es que no sé lo que puedo dar”, comentó Gaudio, que remató con ironía: “Hoy por hoy, no puedo dar vuelta los partidos, a lo sumo una media”.

Poco después, también caía Nalbandian, por un doble 6-4 ante Tomas Berdych, el 20º del mundo. En dobles, la pareja integrada por José Acasuso y Sebastián Prieto logró un punto de honor al derrotar a Berdych y Leos Friedel por 6-0, 2-6, 10-8.

“La situación se nos complicó”, reconoció Nalbandian, el tres del mundo, sobre las perspectivas de ganar el título por tercera vez, después de 1980 y 2002. “Ahora dependemos de que los checos pierdan uno de sus partidos y nosotros tenemos que ganar absolutamente todo”, dijo el campeón del Masters 2005.