Pese a la guerra y el bloqueo marítimo, aéreo y terrestre impuesto por Israel a Líbano, la selección de básquetbol libanesa pudo eludir los peligros de los bombardeos para salir del país y prepararse de cara al Mundial de Japón, que comienza el próximo sábado 19 y en el que el equipo del Medio Oriente será rival de la Selección Argentina en el Grupo A.

En Jordania, país al que llegó el equipo por vía terrestre a través de Siria, los basquetbolistas libaneses han encontrado cierta serenidad deportiva, lejos de los ataques aéreos de misiles que caen a diario en su territorio desde el 12 de julio. La selección inició su preparación bajo las órdenes del entrenador estadounidense Paul Caughter. “Nuestros jugadores tienen la moral bien arriba. Consideran su participación en el Mundial como un deber nacional y la expresión de solidaridad y de resistencia del Líbano” frente a los ataques israelíes, afirmó por su lado el director deportivo de la selección, Jassem Kansou. “Es verdad que, cuando nos juntamos, se nota la falta de ambiente festivo de siempre, pero estamos seguros de que lograremos superar la crisis, y ellos, sus temores por sus familias”, agregó Kansou.

De Amman, el conjunto libanés viajó a Estambul, donde participó en un torneo cuadrangular con Qatar, Eslovenia y el anfitrión. Después voló a Eslovenia para disputar otro certamen amistoso. Allí superó a Canadá (83-80) y a Venezuela (81-79), aunque cayó frente al local.

La última etapa de esta preparación es en Filipinas. Luego, los basquetbolistas libaneses, que representan a los países árabes junto a Qatar, harán sus valijas para ir hacia Japón y allí jugar por segunda vez en su historia en un Mundial, tras la presencia en Indianápolis 2002.

“La experiencia fue dura para todos los jugadores, pero había un consenso sobre la necesidad de participar en esta fiesta mundial del básquetbol”, explicó el dirigente Ghassan Farès. “Teníamos que transmitirle al mundo entero este mensaje del pueblo libanés que no se quiebra pese a los obstáculos”, añadió. “Como obtuvimos el presupuesto necesario para nuestra participación (antes de la guerra), no queríamos renunciar a nuestro proyecto”, subrayó.

Los libaneses esperan tener una actuación mejor que la mostrada en Indianápolis. En tierra estadounidense terminaron últimos, detrás de Argelia, tras perder con Brasil, Turquía y Puerto Rico, y luego ante Canadá y Argelia.

La primera misión del equipo liderado por Fadi al Khatib y Joe Foughal en Japón será imponerse ante Nigeria y Venezuela para acceder a los octavos de final. El Grupo A en el que jugará Líbano cuenta con algunos pesos pesado del básquetbol mundial como Argentina –campeón olímpico en el 2004 y subcampeón mundial en el 2002–, Serbia y Montenegro –que, como Yugoslavia, fue campeón mundial en Indianápolis– y Francia. Aunque pierdan con ellos, si vencen a venezolanos y nigerianos, se habrán clasificado a la segunda fase.