El equipo argentino de Copa Davis ya está planeando la final contra Rusia, del 1º al 3 de diciembre en Moscú. El capitán Alberto Mancini piensa en desembarcar en territorio ruso alrededor de diez días antes de la serie, para trabajar con el equipo que, si no hay grandes sorpresas, será el mismo que venció 5-0 a Australia en el Parque Roca, de acuerdo con el deseo del propio Mancini. “Rusia no es un país muy hospitalario, así que por ahí se busca un lugar alternativo para la puesta a punto”, afirmó.

Mancini dejó ver su respeto por el rival, por la superficie de carpeta sintética incómoda para los argentinos y la escasa adaptación al clima que hará en Moscú en esa época, alrededor de 20 grados bajo cero. “No iremos como favoritos a Moscú, pero sí con la gran convicción de que podemos ganar. No debemos olvidar que el año pasado vencimos a Australia como visitantes y sobre pasto”, recordó. La confianza de Mancini es un denominador común en el equipo argentino, ya que David Nalbandian, Agustín Calleri, José Acasuso y Juan Ignacio Chela manifestaron consignas similares a la del capitán.

El equipo ruso, que ganó la Copa Davis en 2002, se siente a gusto en Moscú y tiene tanta variedad de tenistas que puede jugar sobre polvo de ladrillo como lo hizo en la semifinal ante los norteamericanos, este fin de semana, o en carpeta para recibir a los argentinos.

Con excepción de Nalbandian, los demás integrantes del equipo no tienen resultados para exhibir sobre superficies rápidas, y entonces entrará a tallar la planificación y estrategia que afronta Mancini: seguir atentamente la evolución de Guillermo Cañas, el segundo mejor tenista argentino sobre canchas rápidas, para convocarlo en diciembre.

Cañas, actualmente relegado al puesto 514 del ranking a causa de la suspensión de 15 meses que debió purgar, intentará seguir tomando ritmo para alcanzar un nivel que le permita ser citado para integrar el equipo.

“Todavía es prematuro hablar de nombres, pero por supuesto que evaluaremos todas las posibilidades”, avisó Mancini, dejando claro que no vacilará a la hora de armar el mejor equipo posible para una cita que se dio después de 25 años, tras el intento fallido de Guillermo Vilas y José Luis Clerc ante los Estados Unidos en 1981.

Cañas es, además de Nalbandian, el único que ha conseguido resultados sobre superficies rápidas y posee un aspecto del juego que incomoda a los sacadores como Marat Safin, Dmitri Tursunov y, en menor medida, Mikhail Youzhny: la devolución de servicio.

Nalbandian, el número uno del tenis argentino, vería de buen grado la incorporación de Cañas al equipo, al que considera como uno de los que “nunca se borraron” y aceptaron jugar en superficies complicadas como las que tocaron en Eslovaquia y Croacia, y sobre todo a los que privilegiaron la Davis por sobre sus propios intereses en torneos de la ATP. “Hace muchos años que Argentina tiene un equipo fuerte, no debemos conformarnos con llegar a la final, ahora debemos intentar ganar”, sentenció el cordobés, a quien Mancini consulta asiduamente.

Rusia ya venció a la Argentina en Moscú en la edición 2002 de la Davis y sus principales tenistas tienen records favorables sobre los argentinos. Todos esos aspectos son tenidos en cuenta por el capitán argentino. que ya está planificando los partidos que se jugarán dentro de poco más de dos meses, buscando la ensaladera.