“Nosotros vamos a disputar el poder en las elecciones de 2007” y “podemos ir a una segunda vuelta” con la candidatura de Roberto Lavagna, dijo Raúl Alfonsín. El veterano dirigente radical aseguró que la alianza que pergeñaron junto a duhaldistas residuales detrás del ex ministro de Economía de Néstor Kirchner, rompió con la estrategia oficialista de confrontar “solamente con la derecha” en los comicios del año que viene. Aunque admitió que “absolutamente no tengo indicios” sobre la versión de que el Gobierno aspira a reformar la Constitución para volver a un mandato presidencial de seis años –luego desmentida desde la Casa Rosada– el ex presidente aseguró que “la baja calidad institucional del Gobierno” lo “intranquiliza” y que hay que estar “precavidos”.

Alfonsín respondió con un análisis político a la consulta sobre las expectativas que generaba en el radicalismo la candidatura de Lavagna y los avances de la “concertación plural” impulsada por el oficialismo, que amenaza con producir un cisma en la UCR. “Lo que prefería el Gobierno era (confrontar) precisamente con la derecha: ellos pensaban obtener el 60 por ciento de los votos y que la derecha, si era preciso inflarla la inflaban, tuviera el 20 por ciento de los votos. Por lo cual necesitaban debilitar a los partidos políticos y particularmente a la Unión Cívica Radical”, esbozó el ex presidente.

Luego cargó contra la estrategia oficial para afirmar que la actitud de la UCR terminó por desbaratarla: “Desde luego que esto no va a ser posible, nosotros aspiramos a discutir el poder en las elecciones de 2007”, sentenció. “Creo que podemos ir a segunda vuelta, sí”, repitió Alfonsín para graficar las chances electorales de Lavagna y le quitó dramatismo –con un pronóstico propio– a las encuestas que ubican al ex ministro de Economía detrás de varios candidatos: “Yo creo que va a subir rápidamente ni bien se produzca el lanzamiento”.

Relajado y de buen humor, Alfonsín respondió a las preguntas de los periodistas parlamentarios antes de participar –en el anexo de la Cámara de Diputados– de la presentación del libro De las boinas blancas al sushi del dirigente radical Pablo Regnier, en el que el ex presidente le puso firma al prólogo.

Sin embargo, en las conversaciones de los pasillos, los radicales mostraban menos interés en el libro que en la reunión que hoy, en el Comité Nacional, refrendará lo trazado en la Convención de Rosario, donde les pusieron límites a las aspiraciones de los radicales K bajo la amenaza de intervenir aquellos distritos que no acaten la estrategia electoral partidaria. De esa reunión participarán el presidente partidario, Roberto Iglesias; el ex vicepresidente de la Nación, Víctor Martínez; los presidentes de las bancadas de senadores, Ernesto Sanz, y de diputados, Osvaldo Chironi, y Adolfo Stubrin, que presidió la convención rosarina.

Pero Alfonsín tampoco se privó de hablar de otros temas. Entre ellos, la versión –luego desmentida por el Gobierno– de volver a reformar la Constitución para retomar los mandatos presidenciales de seis años. “A mí no me preocuparía eso solamente. El problema es que yo hace tiempo vengo diciendo que por algo empezaron de pronto a criticar el Pacto de Olivos, nada más y nada menos que quienes habían sido participantes de él, habían sido constituyentes y lo habían votado. De modo que llama mucho la atención. Si fuera eso nomás sería para estar tranquilo, pero la intranquilidad se produce por la posibilidad de modificar otros institutos de la Constitución”, señaló el ex mandatario y coautor del pacto junto a Carlos Menem.

Luego señaló una serie de “institutos” supuestamente amenazados que comenzó con los partidos políticos, siguió con el Consejo de la Magistratura y el defensor del pueblo y en la que incluyó hasta “la educación gratuita en todo los niveles del Estado”.

–¿Entonces usted tiene algún indicio? –le preguntaron los periodistas sobre esas posibles reformas.

–Absolutamente ningún indicio. Simplemente tengo el indicio de un Gobierno que está manejándose en un marco de una baja calidad institucional, entonces uno realmente tiene que estar precavido con respecto a todos estos temas –respondió Alfonsín.