La lista negra incluye 35 nombres y apellidos, y aunque la mayoría de ellos no tienen intención, por una razón u otra, de acercarse al estadio de Racing, la tensión en torno del conversado derecho de admisión se hará sentir en el partido postergado de la 12ª fecha. Es por lo sucedido el domingo, en el clásico entre Independiente y River, en el mismo estadio, cuando uno de los jefes de la barra brava visitante, Adrián Rousseau, al que se pensaba impedir el ingreso, apareció en una de las tribunas.

Diecisiete barrabravas de Boca figuran en el listado del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede), incluidos los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo, pero éstos ya avisaron que no pensaban asistir: fue el recurso de amparo que presentaron dos semanas atrás el que motivó el episodio que derivó en la suspensión del encuentro que se jugará esta tarde.

El partido debió haberse jugado el 22 de octubre, pero el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanian, decidió no prestar servicio policial debido al fallo del juez Luis Calvente, quien a raíz del amparo decidió autorizar a Di Zeo y sus seguidores a presenciar el partido, aunque provistos de custodia. Tras la postergación y la posterior decisión de Calvente de alejarse de la causa, los Di Zeo retiraron el amparo: si un nuevo magistrado fallaba en su contra, hubieran estado impedidos de ingresar a cualquier estadio del país. En total, serían ocho los barras de Boca que, enredados con el amparo, no irán hoy a la cancha de Racing, donde habrá 950 policías destacados.

En la lista del Coprosede figuran también 18 barrabravas de Racing: tres de ellos difícilmente asistan al estadio, ya que están cumpliendo arresto domiciliario por el asesinato del hincha de Independiente Gustavo Rivero, ocurrido en febrero de 2002. Además, otro grupo no va a ver al equipo desde hace varios meses, ya que, según informa la agencia Télam, pertenece a la fracción conocida como la “barra del Morro”, que hace tiempo perdió el control de la tribuna a manos de “La Guardia Imperial”, el núcleo de la barra brava de Racing.

En total, no serían más de veinte los integrantes de la lista negra del Coprosede que podrían intentar ver el partido. Sin embargo, la experiencia del domingo, cuando el barra de River Rousseau fue detectado por una de las 32 cámaras del sistema de seguridad de audio y video que posee el estadio, puso en vilo a las autoridades del comité.

“Se está investigando cómo hizo para entrar a la cancha, pero lo más probable es que lo haya hecho con ayuda. El tema es que por ahí llegan a la cancha a último momento cinco mil personas juntas y todo se hace muy complicado”, explicó Mario Gallina, presidente del Coprosede.