El presidente de Boca, Mauricio Macri, dio ayer sus impresiones sobre las gestiones que el club está realizando con el Villarreal para intentar repatriar a Juan Román Riquelme, quien actualmente se encuentra “colgado” por los directivos amarillos y por el entrenador chileno Manuel Pellegrini, y apuntó que “difícilmente llegue” al club de la ribera, aunque no lo descartó por completo y anunció que mañana podría haber novedades sobre el tema. Por ahora, no hay acuerdo en el lapso del préstamo: Villarreal lo quiere ceder por seis meses y Riquelme quiere que sea por un año.

“Llamó Villarreal para decir que Riquelme podía venir hasta el 30 de junio y que costaba tanto. Boca dijo que sí, a pesar de que eran 6 millones de pesos por cinco meses. A ver si me sacaba el apodo de cartonero. Pero de golpe, aparentemente, Riquelme dijo que venía por un año o nada y el presidente (de Villarreal, Fernando Roig) dijo nada. Nosotros ahí no podemos hacer nada. Es un conflicto entre ellos que nos escapa a nosotros”, explicó ayer el dirigente boquense.

Según Macri, la única posibilidad para que se destrabe el asunto sería que se produjera un acercamiento entre Riquelme y Roig. “Se han enojado ambas partes. Igualmente, hasta el jueves (cuando cierre el libro de pases) todo está latente. Depende de un cambio de posición del presidente y de él. Pero difícilmente llegue Riquelme”, agregó el dirigente.

Prospere o no lo de Riquelme, Macri adelantó que Boca se retira del mercado, incluso asumiendo el riesgo de no aportarle al equipo el enganche que el flamante entrenador Miguel Angel Russo viene pidiendo desde que asumió el cargo. En tal sentido, Macri aclaró: “Este era el último hombre. Boca no tiene malos jugadores como para seguir buscando”.

Las chances de Boca de conseguir a Riquelme habían crecido en las últimas horas, luego de haberse cerrado el libro de pases de España y rechazado por parte del futbolista varios ofrecimientos de clubes europeos, incluso uno del fútbol qatarí.

Una versión que circuló ayer decía que la diferencias entre Riquelme y Villarreal no sólo serían por el tiempo de cesión, sino económicas. Riquelme quiere ser cedido por una año, pero Boca pretende pagar los 2 millones de dólares por los primeros seis meses y que Villarreal se haga cargo de la segunda mitad del préstamo, ya que consideran que Boca es una inmejorable vidriera donde el pase del jugador se revalorizaría. Pero a Villarreal no le cierra la propuesta.

Por otra parte, con respecto a las gestiones por el ex volante de Vélez Leandro Gracián, el elegido de Russo, Macri apuntó: “Hicimos un gran esfuerzo por Gracián, aun cuando había un riesgo enorme de que en Boca no jugase bien. Por ejemplo, Insúa terminó jugando bien, pero no es un enganche tradicional, eso es Riquelme”.