El jefe de la barra brava de Boca, Rafael Di Zeo, que el jueves se entregó a la Justicia tras permanecer 20 días prófugo, fue trasladado ayer desde la cárcel de Ezeiza a los Tribunales de la calle Comodoro Py, donde se volvió a sentar frente al tribunal oral que lo juzga por “encubrimiento” en otra de las causas que complican su situación.

Acompañado por sus abogados José Monteleone y Marcelo Rochetti, Di Zeo llegó a los Tribunales en un camión de traslados del Servicio Penitenciario Federal a primera hora de la mañana, luego de pasar su primera noche en cautiverio en el penal de Ezeiza, donde deberá cumplir una pena de cuatro años y tres meses de prisión.

La causa por “encubrimiento” se originó a raíz del hallazgo de varios documentos de identidad y 15.000 dólares falsos secuestrados por la policía en un departamento en el barrio porteño de Flores, cuando Di Zeo era perseguido por la Justicia por las agresiones a los hinchas de Chacarita durante un partido oficial disputado en La Bombonera, posterior al enfrentamiento por el que fue condenado. Además de ésta, próximamente será elevada a juicio oral otra causa por “asociación ilícita”, figura que contempla penas de hasta de 10 años de prisión.

Di Zeo fue sentado ante el Tribunal Oral Nº 4 cerca de las diez de la mañana. Entre el público que presenció la audiencia, que duró apenas unos minutos, se pudieron ver otros barrabravas de Boca que fueron a darle apoyo a su líder, tal como lo hicieron el jueves cuando Di Zeo se entregó. El tribunal informó sobre las novedades registradas relacionadas con la detención de Di Zeo y, luego, ordenó pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes, cuando la fiscalía y la defensa presentarán sus alegatos. Durante la indagatoria realizada el 8 de marzo último, un día antes de ser declarado prófugo, Di Zeo negó ante los jueces conocer los documentos y billetes incautados en ese operativo.