Sábado, 31 de marzo de 2007 | Hoy
La crisis por los marinos presos sigue agitando las aguas del golfo Pérsico. Ayer otro detenido “confesó” en Teherán y la UE apoyó a Londres, pero Naciones Unidas se mantuvo neutral.
Por Kim Sengupta *
Más acusaciones y más recriminaciones; un segundo prisionero apareciendo por televisión “disculpándose”; una tercera carta de la prisionera Faye Turney. La guerra de propaganda y la diplomática entre Gran Bretaña e Irán continuó con toda furia ayer. La televisión iraní mostró al marino Nathan Thomas Summers “confesando” el haber entrado en aguas iraníes. Esto fue seguido por otra carta de la marina Faye Turney diciendo que ella había sido “sacrificada” por la política exterior de Tony Blair y de George W. Bush.
Mientras tanto, Gran Bretaña llevó ayer su campaña, para que Irán sea condenado por la toma de rehenes en el golfo, a la Unión Europea con más éxito que el intento previo en las Naciones Unidas, donde otros miembros se aseguraron que una declaración de censura fuera atenuada. Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea expresaron su “solidaridad” con Gran Bretaña por la crisis, mientras el jefe de política exterior, Javier Solana, declaró que “los soldados británicos deberían ser liberados inmediatamente y sin precondiciones”. Sin embargo, varios ministros presentes dijeron que no estaban preparados para seguir la acción británica de congelar los vínculos con Irán. La comisionada en Relaciones Externas, Benita Ferrero-Waldner, dijo: “Creo que tenemos que ser cuidadosos. Estamos en un momento muy delicado”.
Summers, en su confesión en la televisión iraní, dijo: “Hemos pasado las aguas iraníes sin permiso”. Continuó: “Desde que hemos sido capturados en Irán el trato que nos han dado ha sido muy amigable, no hemos sido lastimados para nada. Nos han cuidado realmente bien. Básicamente la comida que nos han servido ha sido buena y estamos agradecidos por no haber recibido daño alguno. Me gustaría disculparme por haber entrado en sus aguas sin permiso. Sé que sucedió en 2004 (cuando los iraníes arrestaron a otro grupo de soldados británicos) y nuestro gobierno prometió que no sucedería más y nuevamente me disculpo profundamente por haber cruzado a sus aguas”.
La tercera carta en tres días escrita por Turney de 25 años, subrayaba que los detenidos británicos estaban recibiendo un tratamiento mejor que los iraquíes capturados por la coalición en Abu Ghraib y otras cárceles. “Les escribo como un soldado británico que ha sido enviado a Irak, sacrificado debido a las políticas de intervención de los gobiernos de Bush y de Blair”, decía la carta. “Mientras que vemos y escuchamos en los noticiosos la forma en que los prisioneros son tratados en Abu Ghraib y otras cárceles iraquíes por el personal británico y estadounidense, a mí me han tratado con todo respeto y no me han hecho daño. Ahora nos toca a nosotros pedirle a nuestro gobierno que haga un cambio en su conducta opresiva hacia otros pueblos.” Irán había enviado una nota formal a la embajada británica en Teherán en la que acusaba a los marinos británicos de cometer una “acción ilegal” y parecía considerar la posibilidad de su libertad si el Reino Unido “garantizaba evitar la recurrencia de tales actos”.
Sin embargo, la canciller Margaret Beckett dijo: “No hay nada en la carta que sugiera que los iraníes están buscando una salida de esta difícil situación”. Durante su visita a Manchester, Tony Blair dijo: “Realmente no sé por qué el régimen iraní sigue haciendo esto. Todo lo que hace es .... disgustar a la gente. Soldados capturados mostrados y manipulados de esta forma no engañan a nadie. De lo que se tienen que dar cuenta los iraníes es de que si ellos continúan de esta forma, se enfrentarán a un aislamiento cada vez mayor”.
Nick, el hermano de Summer, que también está en la marina, dijo que le gustaría mandarle un mensaje diciendo: “Mantenete ahí, sé fuerte. Es tan bueno verte vivo y bien”. Añadió que su hermano parecía estar actuando como lo hacía normalmente y que estaba siendo tratado bien y no parecía angustiado. Cuando se le preguntó por la declaración de su hermano, dijo que seguramente estaba “bajo mucha presión dada la situación en la que está”. “Personalmente, fue bueno para mí verlo”, continuó. No quiso comentar sobre cómo se sentía sobre las acciones del gobierno iraní.
La madre de Adam Sperry, de 22 años, otro marino capturado por los iraníes, dijo que lo había reconocido por las imágenes en la televisión iraní. Sandra Sperry dijo: “Adam estaba tratando de ayudar al pueblo de Irak, tratando de detener el contrabando. Es un marino, está ahí haciendo su trabajo”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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