Cuatro derrotas y un solo empate, en cinco partidos jugados, constituyen de por sí un record difícil de sostener para la gestión de cualquier entrenador del medio local, sin embargo, la continuidad del colombiano Francisco Maturana en Gimnasia parece no estar atada a los malos resultados que su equipo obtuvo en este tramo del Clausura 2007. “Nuestro presente es tan malo, que el futuro sólo puede ser mejor”, es la frase que eligió el técnico para describir la actualidad del conjunto platense en una charla que mantuvo con Página/12. El ex seleccionador de su país aseguró que el suyo es “un proyecto a largo plazo” y le pidió paciencia a la hinchada albiazul. Consideró como una persona “seria” al cuestionado presidente Juan José Muñoz y manifestó también su deseo de dirigir en el fútbol argentino “por un largo tiempo”.

–¿En su carrera como entrenador le tocó alguna vez un arranque tan difícil, con resultados tan magros?

–La verdad es que no. Pero bueno, también es cierto que nunca antes había tomado un equipo en medio de un campeonato. Siempre que dirigí comencé desde el arranque de una temporada. Esto es lo que me tocó y me hago cargo. Desde el vamos quedó claro que lo mío no podía juzgarse por lo que pasara en las últimas fechas de este torneo. Se trata de un proyecto a largo plazo y eso lo sabían los dirigentes y creo que, a pesar de las derrotas, los hinchas también lo entienden así.

–¿No cree que se expuso demasiado al iniciar su gestión justo en el clásico ante Estudiantes, en el cual además sufrió una dura derrota?

–No, para nada. Cuando arreglé mi incorporación enseguida quise ponerme al frente del grupo para saber cómo estaban, qué tenía y qué podía exigirles a mis jugadores. Podría haber especulado e iniciar mi gestión dos o tres fechas más tarde de firmar el contrato, como hicieron otros entrenadores, pero no, preferí estar donde sentía que debía estar.

–Según aclaró desde el inicio de su trabajo, el plantel se encuentra en una etapa de “diagnóstico”. ¿Eso quiere decir que una vez que finalice el campeonato se van a ir de Gimnasia muchos jugadores?

–No es tan así. No vengo con ánimo de efectuar una purga. Algunos dijeron por ahí que se van a ir entre ocho o diez jugadores y no hay nada de eso. Es un tema que hay que manejar con respeto, sobre todo por los futbolistas que no se merecen ningún manoseo.

–¿Cómo percibe el ánimo de la hinchada de Gimnasia, sobre todo por el buen momento que atraviesa su clásico rival?

–A la gente la noto angustiada... Es cierto que no es un buen momento, pero nunca hay que perder la esperanza, además si el presente es muy malo eso quiere decir que el futuro debe ser mejor. Tenemos que aprovechar este tiempo, sacar conclusiones, fijarnos objetivos y empezar un proyecto nuevo en la próxima temporada. No queda otro camino, y creo que eso es algo que la gente entiende.

–El presidente Muñoz es una figura muy cuestionada en varios aspectos. ¿Qué impresión le causó a usted?

–A mí me pareció una persona seria, que sabe dónde está parada y que me formuló una propuesta coherente. Es todo lo que tengo para decir de él.

–El año pasado se vivió un hecho de violencia muy grave en el club, cuando la barra brava amenazó a los jugadores del primer equipo. ¿Qué haría usted si le toca vivir una situación parecida?

–Eso sería como si me preguntara qué haría si me fuera a morir. Trato de no pensar en las cosas malas que puedan sucederme, lo único que puedo agregar es que a mí no me gusta la violencia.

–A raíz de hechos violentos que tuvieron lugar tras el clásico platense, Gimnasia recibió una sanción y juega sin público cuando se presenta como local. ¿Qué sensación le produce esta realidad?

–Mucha tristeza... El fútbol está hecho para la gente. Espero que esa situación se resuelva pronto.

–¿Qué lo motivó a volver a trabajar en el fútbol argentino después de la experiencia de hace tres años en Colón?

–El prestigio que otorga en el mundo trabajar en este medio. Este es un país en el que se respira fútbol como en ningún otro lugar del mundo, y eso es muy estimulante para alguien que ama este juego. Ojalá que me pueda quedar por mucho tiempo en este país.

–Pero algunos sostienen que el fútbol argentino perdió mucho prestigio en los últimos años, hace tiempo que ninguna Selección Argentina juega la final de un mundial.

–Entonces qué quedará para mi país, que no pudo jugar los dos últimos mundiales. El prestigio del fútbol argentino es más grande de lo que sus propios hinchas se imaginan, de eso estoy convencido.

–¿Hay algún joven jugador que actúe en el campeonato local que lo haya deslumbrado?

–Me gustan mucho Banega, de Boca, y Mauro Zárate, de Vélez. Son dos jóvenes que tienen una gran proyección. Por eso digo lo que digo del fútbol argentino, es una cantera que parece no agotarse nunca, y en eso descansa su prestigio.

–En la actualidad, Ricardo La Volpe, entrenador de Vélez, es una figura que promueve el debate en torno de varios aspectos que tienen que ver con la táctica y la técnica. ¿Qué opina usted de las ideas que él tiene respecto del juego?

–Pues a mí me encantan. Lo veo como a un tipo comprometido con una idea ofensiva del juego que también es la mía. Además me gusta que los técnicos se jueguen, que digan lo que piensan y por eso también se lo castiga tanto a La Volpe. Me identifico con muchas de sus ideas.

–Usted siempre postuló que el fútbol debe disfrutarse. ¿Puede hacerlo en una situación como la que vive Gimnasia hoy?

–Hay que intentarlo y para eso estoy acá.