El conflicto docente en Santa Cruz entraba anoche en un camino de pronóstico reservado. La asamblea de la filial de Adosac de Río Gallegos, que tiene la mayoría de los 45 delegados al congreso provincial que sesionará hoy, rechazó la oferta salarial y ratificó la continuidad de las medidas de fuerza. La conducción del gremio se había mostrado decidida a aceptar la propuesta, pero la discusión de los delegados fue más dura de lo previsto. Anoche, el secretario general Pedro Muñoz pronosticó que “el gremio no se va a quebrar, porque todos estamos de acuerdo con reclamar la devolución de los descuentos por los días de huelga y el blanqueo del presentismo”. A medianoche, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se confesó “sorprendido” por la decisión de Río Gallegos y aseguró ante Página/12: “Vamos a mantener esta propuesta para quienes vuelvan a trabajar el lunes. Estamos seguros que van a ser la mayoría”.

“La conducción ya había sacado pasaje de avión para el domingo. La idea era firmar el lunes en Buenos Aires el acuerdo”, repetía anoche entre furioso y desconsolado un funcionario que participó de las negociaciones entre Trabajo y Educación de la Nación, sus pares de Santa Cruz, Adosac y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera). La propuesta de siete puntos eleva de 161 a 500 pesos el salario básico, blanquea todos los ítem –excepto el presentismo de 250 pesos– aumenta el inicial de maestro de grado a 1800 a 2000 pesos, además de los 120 pesos del incentivo salarial y promete abrir negociaciones en una virtual paritaria para modificar la escala salarial.

La mayoría de las filiales del interior provincial se pronunciaron a favor de la oferta, mientras que el mayor debate se dio en las más numerosas. En Caleta Olivia votaron a favor pero condicionaron el levantamiento de las medidas de fuerza a la devolución de todos los salarios caídos y al blanqueo del presentismo. En Río Gallegos, fueron necesarios dos días de deliberaciones para acordar el rechazo de la oferta, insistir con un básico de 780 pesos y promover un nuevo paro de 48 horas. La capital provincial tiene 14 de los 45 delegados al congreso y Caleta 11. El resto se reparte en las filiales más chicas.

“Es cierto, el achatamiento de la escala salarial sigue siendo grande, pero en febrero el salario inicial era de 1500 pesos y ahora será de 2100, al blanquearse gran parte del sueldo, además se elevará el aguinaldo. No es maravilloso pero es para seguir negociando”, explicaba uno de los dirigentes de Adosac. En la propuesta acordada en Trabajo con el ministro Carlos Tomada como máxima autoridad nacional no se explicita qué pasará con los salarios caídos, se dice que “las partes se comprometen a reestructurar las actividades educativas previstas y a reprogramar los contenidos pedagógicos a los efectos de la recuperación de días con el respectivo reconocimiento”. La fórmula supone el compromiso verbal de pagar el mes de mayo sin efectuar los descuentos y discutir abril. Los once días de marzo son los que más en el aire quedaron.

El resultado de las votaciones en las distintas filiales del gremio eran seguidas con más tensión que el rating minuto a minuto. Tomada regresó a la sede de Trabajo casi a medianoche. No paraba de marcar el teléfono para comunicarse alternativamente con el presidente Néstor Kirchner y con el gobernador Daniel Peralta. “Desde el gobierno nacional se han intentado todos los caminos de diálogo. Ha habido un cambio sustancial de la propuesta inicial (50 pesos más al básico). Conceptualmente hemos salido de la historia de los últimos 17 años y hemos hecho una oferta en la dirección que los docentes querían con un gran esfuerzo. Lo que más rescato de la propuesta del gobierno provincial es que se construyó en el diálogo con los docentes, razonablemente teníamos expectativa de que iba a ser aceptada. Es evidente que ha habido una intransigencia que no tiene nada que ver con la disputa gremial o salarial”, repetía Tomada.

El congreso de Adosac empezará a deliberar hoy a las 10 en la capital provincial. Desde el gobierno nacional veían poco margen para un cambio de postura, pero tenían punteado el comportamiento de cada seccional. Piedrabuena, Los Antiguos, Las Heras, Puerto Deseado votaron por la aceptación, el mayor debate se produjo en Río Gallegos explicaban. Como muestra de que la dirección es la adecuada avanzaban en que “en realidad, el debate que se dio muestra que estamos en el camino correcto”.

El 5 de marzo en Santa Cruz empezó el ciclo lectivo con una huelga de 48 horas, la falta de diálogo con las autoridades provinciales exacerbaron la profundización de las medidas de fuerza. El conflicto se desmadró cuando se sumaron los reclamos de los municipales que fueron reprimidos con una balacera de gomas y gases lacrimógenos. El gobernador Carlos Sancho tuvo que renunciar y el viernes pasado asumió Peralta. El nuevo “pingüino” prometió diálogo y se concretó a pesar de la continuidad de la huelga y del rechazo a la conciliación obligatoria. El miércoles pasado, en la sede de la cartera de Trabajo de la Nación le entregaron al gremio la nueva propuesta.

La oferta, en realidad, pone en evidencia la incomprensible distorsión del salario docente en la provincia que gobernó Kirchner entre el 1991 y el 2003. “Se hizo un aumento importante del básico, eliminamos los 14 rubros de los adicionales, dejando sólo zona, antigüedad, título, emprolijamos todo, con garantía para que nadie iba a cobrar menos que el mes anterior”, detallaba el ministro de Trabajo al tiempo que prometía con una advertencia: “Confiamos en los docentes, mantenemos la propuesta para todos los que vuelvan a trabajar el lunes”.

La jugada oficial, después de una semana de un tire y afloje seguido con lupa por el Presidente, era exacerbar la discusión interna entre los delegados para que el lunes se normalice el ciclo lectivo. La propuesta delineada en Trabajo garantiza la apertura de una mesa de diálogo en la que discutir todo.