Por lo menos ocho palestinos murieron ayer cuando Israel lanzó más ataques aéreos contra Hamas en Gaza mientras continuaban los esporádicos combates entre las facciones islámicas y los grupos armados de la organización rival Fatah. Un minibús conducido por un activista de Hamas fue incinerado en la ciudad de Gaza cuando fue atacado por la fuerza aérea israelí, como parte de sus continuas operaciones contra el lanzamiento de cohetes Qassam, y mató a tres personas e hirió a 12. El ejército israelí dijo que había dirigido el ataque a un vehículo que llevaba activistas de Hamas y armas.

Jawad Dallou, dueño de un negocio local, dijo que docenas de personas se habían reunido alrededor del chamuscado vehículo cantando “Dios es grande” y “Muerte a Israel”, añadiendo que los heridos incluían a personas que estaban en una carpa velatoria armada para las bajas de las recientes luchas internas en Palestina. Al menos un palestino resultó muerto y otros heridos cuando un helicóptero atacó al equipo encargado de cohetes en el norte de Gaza, y lanzó uno de por lo menos ocho cohetes Qassam que fueron disparados contra Israel ayer. Uno hizo blanco en una casa en la ciudad fronteriza israelí de Sderot, pero no causó daños menores.

Mientras, había un fuerte intercambio de fuego entre los hombres armados de Hamas, atrincherados en la universidad islámica de la ciudad de Gaza, y las fuerzas de Fatah que ocupaban el Ministerio de Exterior a corta distancia. Fatah atacó las fuerzas de Hamas con granadas propulsadas por cohetes y armas de fuego, mientras Hamas lanzaba granadas a Fatah. La agencia de noticias Maan informó que un pescador de Gaza, Samir al-Amoudi de 42 años, murió por el fuego cruzado entre los grupos armados rivales cuando desembarcaba de su bote en el principal puerto de la ciudad de Gaza. El incidente elevó a 47 el número total de palestinos muertos en los últimos cinco días de la peor lucha interna desde que se declaró el cese de fuego en la Meca en febrero.

El primer ministro palestino y líder de Hamas, Ismail Haniyeh, les pidió a ambos lados de las fuerzas palestinas que regresaran a sus casas, pusieran fin a los combates internos y se unieran contra la “agresión israelí”. Aunque muchos de los puestos de control establecidos por hombres armados y enmascarados durante lo peor de la lucha habían sido desmantelados ayer, se informó que los militantes todavía mantenían posiciones arriba de algunos edificios de departamentos altos en la ciudad de Gaza, para mantener ubicaciones ventajosas si un conflicto interno a gran escala comenzara nuevamente.

La Cruz Roja Internacional ya se ha quejado porque la ocupación de edificios de departamentos compromete la seguridad de los residentes que no tienen refugios. La lucha comenzó el fin de semana, después del muy conversado plan para formar una fuerza de seguridad conjunta de Fatah y Hamas, para ser desplegada en las calles, que no pudo ser supuestamente por la resistencia de los jefes de seguridad de Fatah. En cambio, 3000 miembros de Fatah dominaron las fuerzas de seguridad desplegadas en la ciudad de Gaza, bajo el fuego de los hombres armados de Hamas. El ministro de Interior, Hani Kawasmeh, que está más cerca de Hamas que de Fatah, renunció, quejándose de la falta de cooperación por parte de los servicios de seguridad.

Aunque la mayoría de las muertes han sido de militantes de ambos lados, los civiles han estado continuamente en riesgo. El jueves, cientos de niños de dos escuelas de la ONU en Rafah fueron forzados a refugiarse en el primer piso de una de las escuelas para no exponerse a una batalla armada entre Hamas y Fatah, que ocurría en las proximidades. El martes, un vehículo militar que transportaba tropas para reforzar la Guardia Presidencial de Fatah, para repeler un ataque de los hombres armados de Hamas en el cruce de Karni, chocó y quedó bajo fuego. Ocho de los ocupantes del vehículo murieron ametrallados.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.