River vive días intrincados y ni siquiera el inminente superclásico logra calmar las aguas. A horas del trascendental encuentro con Boca, el presidente del club, José María Aguilar, debió ayer salir a desmentir rotundamente las versiones periodísticas que señalaban que el actual entrenador del club, Daniel Passarella, cuyo contrato vence en 2009, ya tenía un reemplazante para el 2008: Diego Simeone, el DT de Estudiantes, con quien la dirigencia millonaria habría sostenido un diálogo para sondear su interés. “Tenemos técnico y todos conocen mis aspiraciones”, dijo Aguilar, quien igualmente se cuidó de no descartar la posibilidad del arribo de Simeone en el futuro.

Los malos resultados cosechados por River en el torneo local, que lo alejaron de la lucha por el título y pusieron en evidencia el mal momento futbolístico que atraviesa el equipo de Passarella, potenciado con las dos goleadas 4-1 sufridas ante el asombroso Tigre y el implacable Argentinos –que en La Paternal había noqueado también Boca–, han crispado a tal punto los nervios de los hinchas y dirigentes, que la salida rauda de Passarella pareciera ser el motor principal para la descompresión de la situación que tiene en vilo al club de Núñez.

En ese contexto, y frente a la posibilidad de que River no obtenga un resultado que lo conforme en el superclásico de mañana, la continuidad de Passarella aparece jaqueada. El nombre de Simeone, que no sería un DT del riñón del club pero envía a sus hijos a la escuelita de fútbol de River, tomó fuerza ayer como posible reemplazante. Simeone, distanciado del principal referente del plantel Juan Sebastián Verón, no atraviesa su mejor momento en Estudiantes y no es un misterio que dejaría el club tras la finalización del presente torneo. Incluso, el jueves mantuvo conversaciones con el presidente de la entidad platense, Eduardo Abadie, que le ratificó la confianza. Igual, Simeone cuenta con una cláusula de salida en su contrato, lo que le facilitaría despedirse sin demasiados inconvenientes de Estudiantes.

Por eso, ante la crecida de los rumores que daban al Cholo como sucesor de Passarella, Aguilar salió a desmentir. “Ningún dirigente de River que tenga que ver con la conducción tuvo algún tipo de contacto con Simeone. No puedo adivinar qué va a suceder en el futuro y tampoco puedo vetar a un técnico de la trayectoria de Simeone, a quien jamás vi en mi vida”, explicó Aguilar en declaraciones a La Red. “River tiene su técnico, todos conocen mi aspiración. El plazo de Passarella como técnico vence a final de año (si tal como se autoimpuso no gana ningún título en este semestre). No creo que haya un interés particular en que se vaya”, agregó el dirigente, quien, sin embargo, reconoció que “el hincha de River está desorientado” por las derrotas ante rivales no muy poderosos.

Más allá de la desmentida oficial, lo cierto es que un resultado inconveniente en el superclásico podría acelerar el proceso de descomposición en la relación entre dirigentes y entrenador. De hecho, bajo la misma conducción del club otros técnicos como Leonardo Astrada y Reinaldo Merlo no lograron terminar sus respectivos contratos y tuvieron reemplazante firme al día siguiente de sus renuncias.

Distinto será el panorama si, en caso de ganar el superclásico o de no sufrir una derrota vergonzante, el equipo de Passarella continúa avanzando en la Copa Sudamericana, donde a finales de este mes deberá enfrentarse en los cuartos de final con Defensor Sporting, de Uruguay, que viene de eliminar en octavos a El Nacional de Ecuador.